Rice exige en Beirut el fin del control sirio sobre Líbano
La secretaria de Estado trata propiciar el desarme del movimiento integrista Hezbolá
La jefa de la diplomacia de EE UU, Condoleezza Rice, se entrevistó ayer en Beirut con los dirigentes que reclaman la dimisión del presidente prosirio, Emile Lahud, con quien no se reunió, y exigió cooperación al régimen de Damasco para esclarecer el asesinato del ex primer ministro libanés Rafik Hariri y para lograr el desarme del movimiento fundamentalista chií Hezbolá. "Siria no debe ocupar Líbano por otros medios", advirtió Rice.
"Mi visita tiene como objetivo expresar el respaldo de EE UU al pueblo libanés, que trata de recuperar su soberanía", dijo Rice, que no se privó de lanzar un dardo a Lahud: "Líbano necesita un presidente que mire hacia delante". La secretaria de Estado se reunió sólo con los líderes que exigen la dimisión de Lahud: el primer ministro, Fuad Siniora; Saad Hariri, hijo de Rafik Hariri, asesinado en febrero del año pasado; el líder druso, Walid Yumblat; el patriarca maronita, Nasrala Sfeir, y el presidente del Parlamento, Nabih Berri, jefe del partido prosirio Amal.
"Siria", dijo Rice, "no debe de continuar intimidando a Líbano ni tratar de ocuparlo por otros medios. Damasco tiene una responsabilidad en el cumplimiento de la resolución 1559" del Consejo de Seguridad. Se refería la secretaria de Estado al desarme de Hezbolá. No fijó fecha para la entrega de las armas, un detalle que agradeció Siniora.
El movimiento fundamentalista chií rechaza ese desarme mientras Israel ocupe tierra libanesa (las granjas de Sheba). Su líder, Hasan Nasrala, lanzó ayer un desafió: "EE UU debería enviar a Líbano sus soldados si quieren desarmar nuestra milicia".
El Parlamento libanés extendió en septiembre de 2004 tres años más el mandato de Lahud, una maniobra de Damasco antes de que el Consejo de Seguridad forzara la retirada de sus tropas tras tres décadas en Líbano, y que se completó en abril de 2005.
Por otra parte, el investigador de la ONU, el fiscal Serge Brammertz, viajó ayer a Damasco para entrevistarse con altos funcionarios del Gobierno sirio, entre ellos el ministro de Exteriores, Walid al Mualem. Una portavoz de la ONU se limitó a señalar que habían discutido nuevos aspectos del magnicidio de Hariri en una reunión "positiva".
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