Diseño hostil
Juli Capella muestra en Channel nº 4 (Cuatro) pifias de diseños hostiles a la vida cotidiana. Más que explicar grandes teorías, que las sabe, lleva una maleta con objetos. Ha sacado, por ejemplo, un muestrario de aceiteras, todas con un defecto criminal: vierten gotas. Hay salida. La mostró y no es precisamente nueva. Un diseño de Rafael Marquina del 61 que se inspiró en los frascos de laboratorio. Igual de mal fue con los cartones de leche, y después vino la difícil prueba de quitar el celofán a un CD. Al diseño le pasa como a cierto arte contemporáneo. Hay más arte en el discurso del autor sobre las pretensiones de la pieza que en la obra misma. El gran André Ricard se ha lamentado reiteradamente de que los únicos productos que presumen de diseño, y no forzosamente bueno, son los artículos exclusivos. Ricard predica una cultura creativa que renueve nuestro entorno eludiendo lo superfluo, los modismos, y buscando las soluciones depuradas. Esos objetos que parecen no ser de nadie. No se trata de copiar la naturaleza, en ella no hay ruedas, pero lo artificial no tiene que ser artificioso.
A propósito de diseño, poco esmero hubo en la gala del deporte que ofreció TVE. El decorado era un panel con las marcas patrocinadoras. Y una letanía de premios sin alivio. Algunos premiados no pudieron acudir y presentaron sus excusas. Fernando Alonso tampoco estuvo. En este caso, se dedujo, sin justificante. David Meca no pudo ir porque ya estaba vestido para la gala inaugural del tercer ¡Mira quién baila! Conectaron y Anne Igartiburu le dio el trofeo. De paso, apostó por que a Meca le vayan bien las cosas en el concurso. Esperemos que a Anne no le reprochen, como a Milá, ponerse a favor de alguien.
Pedro Reyes, otro concursante, dijo que había mucho almíbar y que él se sentía como un melocotón, estupendamente. En ese ¡Mira quién baila! está Rosa, la primera ganadora de Operación Triunfo. Está bien que TVE se acuerde de los suyos. Ya es la segunda academia por la que pasa Rosa. Son nuevas maneras de hacer currículo.
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