El director de obras se exculpa ante la juez por el derrumbe del Carmel
Gete-Alonso admite que no se redactó un plan de seguridad
Inocente. Ese es el mensaje que Javier Gete-Alonso, el director de obras de prolongación de la línea 5 del metro, transmitió ayer a la juez que investiga el derrumbe del túnel del Carmel. En las más de seis horas de declaración el imputado se exculpó de lo ocurrido y no precisó quién fue la persona que dio la orden de realizar el movimiento de tierras del 24 de enero de 2005 que causó el hundimiento.
La declaración de Gete-Alonso se interrumpió pasadas las 16.30 horas de ayer, sin descansar ni siquiera para comer, y se reanudará hoy, antes de que comparezca ante la magistrada Elisabet Castelló el también imputado Benjamín Celada, gerente de la empresa Geocontrol.
La fiscalía sólo realizó una pregunta al imputado. Fue para conocer cuáles fueron, en opinión de Gete-Alonso, las causas del siniestro, y éste no la contestó por desconocerlas. La titular del Juzgado de Instrucción número 33 de Barcelona, por el contrario, sí realizó preguntas técnicas muy precisas, según explicaron fuentes judiciales, quienes, por el contrario, consideraron que Gete-Alonso no concretó algunos de los puntos clave de los hechos.
El imputado sí explicó que no fue él la persona que ordenó excavar la base del túnel de maniobras del Carmel, posible causa del hundimiento, pero tampoco concretó quién lo hizo ni cuál era la finalidad de ese trabajo. Sí admitió, por el contrario, que cuando se decidió cambiar la ubicación del túnel de maniobras del metro, prevista inicialmente por el barrio de Horta, no se redactó un plan de seguridad, al contrario de lo que sí había ocurrido con el tramo anterior.
En otro momento de su declaración ante una pléyade de abogados de los vecinos perjudicados, de las empresas constructoras, de las distintas administraciones y de los demás implicados, Gete-Alonso admitió que en septiembre de 2004 se acordó cambiar el proveedor de la gunita utilizada para revestir el túnel, después de que se comprobara que su nivel de resistencia era notablemente inferior al aconsejado. Sin embargo, no precisó por qué motivo se produjo la decisión de cambiar el proveedor y ni siquiera si se llegó a producir.
Gete-Alonso, al igual que otros dos imputados en esta causa, ya declararon en su momento en la comisión parlamentaria que investigó el túnel del Carmel. Allí tenían obligación de decir la verdad. Ahora vuelven a comparecer en el juzgado para responder a preguntas muy parecidas, con la diferencia de que en éste tienen derecho no sólo a mentir, sino incluso a no responder a lo que se les pregunte. Se da la circunstia, además, de que entre los documentos que en su día reclamó la juez figuran precisamente las declaraciones que realizaron en la comisión parlamentaria. Gete-Alonso volvió a decir ayer lo que ya explicó hace meses a los políticos: que era "imposible" que hubiese una persona controlando las obras del metro día y noche.
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