Miles de musulmanes protestan contra las viñetas en tres países
Seis periodistas permanecen encarcelados por publicar las caricaturas de Mahoma
Miles de musulmanes volvieron a protestar ayer en Estambul, Islamabad y Yakarta contra las caricaturas de Mahoma animados por distintos grupos islamistas. Dada la ofensa que han causado las viñetas, el ministro egipcio de Bienes Religiosos, Mahmud Hamdi Saqsuq, calificó ayer de "normal" la reacción. Ese malestar ha dejado sin apoyos en sus países a los periodistas encarcelados por publicar las viñetas en Yemen, Jordania, Siria y Argelia.
La manifestación más nutrida se desarrolló en Estambul, donde "decenas de miles de personas", según un fotógrafo de la agencia France Presse, respondieron a la convocatoria del islamista Partido de la Felicidad. La concentración, que pedía el boicoteo de los productos daneses, también transpiró hostilidad hacia Europa en sus pancartas. "Europa se dice libre, pero tiene las ideas cortas" o "Vosotros escribís la historia de la ocupación y la tiranía, nosotros la de la justicia y la compasión", fueron algunas de ellas.
Más violenta, aunque menos numerosa, fue la protesta de dos centenares de islamistas indonesios que lanzaron piedras y huevos contra la Embajada de Estados Unidos en Yakarta. Los islamistas indonesios piden la destrucción de una escultura del Tribunal Supremo de ese país que representa al profeta Mahoma, con el Corán en una mano y una espada en otra.
En Islamabad, un enorme despliegue policial frustró la convocatoria de Muttahida Majlis-e- Amal (MMA), coalición de seis partidos islamistas que ha aprovechado la polémica de las caricaturas para echar un pulso al Gobierno. Éste prohibió la manifestación y los 5.000 policías y 800 miembros de las fuerzas especiales no dudaron en emplear gases lacrimógenos contra los grupos que lograron burlar el cordón de seguridad. Desde hace dos semanas los islamistas paquistaníes organizan protestas diarias y han prometido continuarlas mientras no se rompan relaciones con Dinamarca.
El embajador danés abandonó ayer Islamabad después de que el Gobierno de Copenhague decidiera cerrar su embajada por razones de seguridad. Pakistán, por su parte, ha llamado a consultas a su representante en Dinamarca, el país donde primero se publicaron las caricaturas.
"La reacción de los musulmanes es normal porque quieren defender su religión y rechazan que se ataque sus símbolos", manifestó el ministro egipcio de Bienes Religiosos.
Sin embargo, en Nigeria las protestas se dirigieron el sábado contra la población cristiana y los enfrentamientos dejaron 16 muertos. Las autoridades reforzaron ayer el toque de queda en las ciudades afectadas para permitir que los cristianos pudieran acudir a la misa dominical. En Libia, donde el día anterior murieron 11 personas en la manifestación contra el Consulado de Italia en Bengasi, se declaró jornada de luto nacional.
Además de las víctimas mortales, los periodistas siguen pagando por atreverse a discrepar en ese delicado asunto. Yemen encarceló la semana pasada a tres periodistas por haber reproducido las viñetas. Se trata de Mohamed al Asadi, director del Yemen Observer, Akram Sabra y Yehiya al Abed, del semanario Hurriya. Con ellos son al menos seis los detenidos en varios países árabes y, según Reporteros Sin Fronteras, 12 los encausados. Se da la circunstancia de que el Yemen Observer publicó las viñetas con una enorme X encima en señal de rechazo de su contenido.
"Hemos pedido tolerancia y entendimiento; animamos a la gente a aceptar la disculpa y pasar página, por lo que hemos pagado un gran precio", declaró Al Asadi a este diario antes de ser enviado a prisión. "El Gobierno quiere mantener a la opinión pública entretenida con este asunto tanto como pueda", interpretaba el periodista.
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