Una guía estatal regula el estudio del impacto de parques eólicos marinos

El Ministerio de Medio Ambiente ultima una guía metodológica que establecerá los criterios técnicos para la instalación de parques eólicos marinos en la costa española. Se trata del segundo paso dado por el Gobierno central para regular esta instalaciones, que se suma al real decreto que está preparando el Ministerio de Industria. Ambos documentos han sido saludados por los colectivos ecologistas, que, sin embargo, creen que la apuesta del Ejecutivo por esta fuente energética debe ser todavía más comprometida.

El borrador de la guía, elaborado por el Taller de Ingeniería Ambiental, destaca "el enorme potencial en un futuro próximo" de la energía eólica marina pero reconoce que la falta de experiencia y las características del litoral dificultan estos proyectos. Dificultades que la guía ayuda a resolver.

En sus 141 páginas se estudian todas las posibles afecciones de los molinos en el mar y las fórmulas para medirlas. Según el documento, los parques tendrán efectos en el medio físico, biótico (flora y fauna marina), el paisaje y las condiciones socio-económicas de la zona donde se instalen. Concretamente, la guía analiza las repercusiones en la pesca y en el turismo. En el caso de la pesca, la construcción de los aerogeneradores podría conllevar restricciones e, incluso, prohibiciones a determinados barcos. Se reconocen también impactos en la llegada de turistas por su cercanía a las playas o sus efectos en deportes náuticos.

Con todo, la guía considera "no significativas" las repercusiones que parques de este tipo tendrían en la población de la zona, aunque insta a los promotores a estudiarlas. El borrador llega a plantear que los molinos en el mar podrían atraer a ciertos turistas e, incluso, que no tienen por qué tener un impacto negativo en el paisaje.

Objeciones ecologistas

Ecologistas en acción cree que la guía comete dos olvidos injustificados. El primero, un plan de gestión integrada de las zonas costeras para garantizar el desarrollo sostenible del litoral. "Un error del documento es reducir los parques eólicos a la generación eléctrica cuando pueden tener múltiples usos como producir hidrógeno, desalar el agua del mar o servir de crianza de pescado y marisco", sugiere el colectivo. La segunda reclamación es una Evaluación Ambiental Integrada (EAE), que recomienda una directiva europea para proyectos de gran afección medioambiental. Una idea que ya defendía el informe final del foro de la energía eólica marina promovido por la Diputación de Cádiz. El Ministerio sólo considera este trámite "de gran interés" cuando para los ecologistas debe ser "prescriptivo".

Las provincia de Huelva y Cádiz son las que más han interesado, hasta ahora, a las empresa energéticas. Sólo en la costa gaditana se llegaron a presentar cinco proyectos. No es casualidad que el Ministerio de Medio Ambiente haya elegido un mapa de Cádiz como ejemplo en el anexo de la guía para mostrar los posible condicionantes de los molinos en el mar.