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Entrevista:FRANCISCO DE PAULA | Comisario de Policía de Marbella

"Marbella tiene fama de destino complicado"

Javier Martín-Arroyo

El nuevo comisario de Marbella, Francisco de Paula (Moratalla, Murcia, 1951), comenta jocoso que sus compañeros respiraron aliviados cuando Marbella salió como destino asociado a su nombre el pasado enero. "Hubo un desahogo general", explica. De Paula cuenta con una plantilla de 161 agentes, y su comisaría ha recibido el mayor refuerzo en Málaga tras ser dotada con 25 policías más en la última ampliación de agentes que realizó el Ministerio del Interior. La principal urbe de la Costa del Sol mantiene su fama de zona conflictiva, y para evitar que explote el cóctel de tiroteos esporádicos, hurtos a viviendas y mafias instaladas, la presencia policial aumenta poco a poco.

Pregunta. ¿Cuáles eran sus referencias de Marbella y cuáles sus prioridades?

Respuesta. Referencias tenía pocas, sólo por la prensa rosa, pero casi ninguna información policial que me fuera útil. Para mí, la primera prioridad era aumentar la presencia en las calles con el fin de conseguir más agentes. Tras la remodelación inicial hemos conseguido 25 nuevos policías para las labores de prevención, que estaban más flojas y era prioritario. La presencia a pie de calle era escasa, y tras la ampliación de agentes contaremos con hasta seis coches patrulla de tres que teníamos. Es un primer paso.

P. ¿Qué tipo de delitos persigue tras reforzar la presencia en la calle?

R. Esta presencia tiene una doble vertiente: La vertiente preventiva y la asistencial para dar una respuesta rápida. Cuando llegué, tres coches en la calle me parecieron pocos para tantos kilómetros cuadrados. Quiero crear la seguridad subjetiva, que el ciudadano perciba que la delincuencia es baja. Quiero conseguir que la gente esté tranquila y se sienta segura en la calle.

P. ¿Es 186 la cifra ideal de agentes para Marbella?

R. Me tengo que conformar, porque ha sido la plantilla más beneficiada en cuanto a asignación de nuevos funcionarios. No conozco ningún comisario que diga que no necesita más agentes. La plantilla es suficiente para dar respuesta. El año que viene ya veremos si sigue aumentando.

P. ¿Cuál es la relación con la Policía Local, un cuerpo con el triple de agentes?

R. Me he encontrado una perfecta colaboración con la Policía Local. Existe una predisposición por parte de ambos cuerpos para conseguir los mejores niveles de seguridad. La colaboración es perfecta, y se articula en controles específicos en función de la incidencia delictiva, en reparto de zonas de patrullaje, complementarnos en el auxilio... muy bien y sin ninguna pega. Luego hay competencias exclusivas nuestras, claro, como la investigación de delitos.

P. ¿Cuáles son los delitos que más abundan?

R. Los robos a viviendas es el delito más preocupante de la Costa del Sol, al permanecer desocupadas durante mucho tiempo, ya que la gente vive fuera. Es en el que hay que incidir más.

P. ¿Le parece que la Policía Local de Marbella está sobredimensionada?

R. Ya me gustaría tener a mí los agentes que tienen ellos. Supongo que serán los agentes que hacen falta, e imagino que el Ayuntamiento no pagará agentes por pagar. Si son los que tienen, será porque hacen falta. En función de sus intereses, como dar una imagen de seguridad para atraer al turista. No creo que esté sobredimensionada.

P. ¿En qué situación está el plan de vigilancia de escuelas?

R. Los resultados han sido los previstos. En los colegios más conflictivos se hicieron más intervenciones durante los primeros días, pero luego vino el traslado del punto de venta, claro. El plan comenzó el 10 de enero y la primera parte acaba el 22 de febrero, siempre en colaboración con la Policía Local para ofrecer servicios alternativos. Nos ha servido de una parte para dar la sensación de seguridad colectiva, y paralelamente el plan de la zona de ocio ha contribuido a que baje la presencia de traficantes.

P. ¿Cómo ha sido su adaptación a Marbella?

R. La imagen que tenía estaba muy estereotipada por el turismo de glamour, pero he podido apreciar que hay otra Marbella que no tiene nada que ver con eso, y es la gran mayoría. Para mí ha sido un cambio evidente porque vengo de una población más pequeña, pero hasta que cojo el funcionamiento interno para dar y recibir papeles... ya no me pierdo por la Comisaría...(ríe).

P. ¿Entre policías qué fama tiene Marbella como destino?

R. Es un sitio complicado, eso no se le escapa a nadie. Para vivir es maravilloso, pero no profesionalmente, porque tiene sus complicaciones. Cuando asociaron el destino de Marbella a mi nombre hubo una sensación de alivio, porque ya no eran ellos los que venían... no voy a negar que sentí una cierta preocupación. Creo que algún compañero al final me tendrá envidia de no haber venido aquí.

P. ¿Le quita el sueño algún tipo de delito en especial?

R. Aquí hay de todo... y todos me preocupan, desde el atraco a un banco hasta la cartera de la señora que va al mercadillo. La incidencia de los robos me ha parecido elevada y también en los robos del interior de los vehículos, donde la labor preventiva es complicada porque no hay una zona concreta como en las viviendas, donde tienes las mansiones localizadas. La gama delictiva es muy amplia.

P. ¿Cómo cree que es la sensación subjetiva de seguridad de los marbellíes en general?

R. Creo que no es mala. En enero vinieron vecinos preocupados. Al día siguiente de llegar, puse en marcha un plan para intentar frenar los robos en viviendas, y a la semana ya me transmitieron que sentían una cierta seguridad al ver más presencia policial. Soy consciente de que la estadística delito cero es imposible.

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Sobre la firma

Javier Martín-Arroyo
Es redactor especializado en temas sociales (medio ambiente, educación y sanidad). Comenzó en EL PAÍS en 2006 como corresponsal en Marbella y Granada, y más tarde en Sevilla cubrió información de tribunales. Antes trabajó en Cadena Ser y en la promoción cinematográfica. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y máster de EL PAÍS.

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