Una amenaza de derrumbre deja en la calle a 30 personas

"No tengo a nadie, sólo a mi perro". Sentada en un banco, con la mirada perdida y cabizbaja, Presentación Rodríguez meditaba en solitario su desgracia. Ayer por la mañana, esta anciana de ojos claros y rostro enjuto fue desalojada junto con 30 personas más del bloque número 5 de la plaza del Pedró, en el Casc Antic de Barcelona. Los últimos cuatro años, Presentación ha vivido clandestinamente en este edificio antiguo y degradado. Pero ayer, tras una inspección, los bomberos decidieron que el edificio no era "habitable" porque no reunía las condiciones mínimas de seguridad. Así que, hacia el mediodía, decidieron el desalojo inmediato.

"Hemos salido pitando, en apenas media hora", explicaba José María Chacón, inquilino del 2º 3ª. José María, su vecino de escalera Manuel Pérez y el propietario del negocio de ropa de la planta baja, Naveeb Ayub, son los únicos de la finca que disponen de un contrato de alquiler en regla. El resto, incluida Presentación, no. Estos vecinos habían denunciado reiteradamente la presencia de okupas, de drogadictos y de pisos sobreocupados por inmigrantes. Técnicos del distrito de Ciutat Vella se presentaron ayer en el inmueble para confirmar la sospecha de que funcionaba como pensión ilegal y alertaron del estado "ruinoso" de la finca.Manuel Pérez, vecino del 2º 2ª, lleva ya 18 años residiendo en la plaza del Pedró. Los últimos tres han sido, para él y su familia, un infierno. "Entra al bloque gente para pincharse, hay peleas con cuchillos cada dos por tres y los pisos están llenos de gente que no paga". Indignado, Manuel y los otros vecinos han denunciado de forma reiterada esta situación. Primero, ante el administrador de la finca, al que Manuel paga cada mes 165 euros. Y después, ante los tribunales.

Ayer, técnicos del distrito se presentaron en la finca para constatar que en ella residen, de forma irregular, numerosos inmigrantes. Fuentes del consistorio indicaron que, aunque no se ha podido demostrar aún la existencia de pisos patera, "todo apunta" a que había una acumulación de inmigrantes jóvenes en algunos pisos. En el edificio, de cuatro plantas, había unos 16 pisos, y algunos de ellos estaban deshabitados o tapiados.

El deterioro de algunas vigas de madera y de los forjados del inmueble obligó a cambiar los planes. Los técnicos dieron aviso a los Bomberos de Barcelona. Las 25 personas que se encontraban en la finca en aquel momento fueron desalojadas y trasladadas por los servicios municipales a un centro social. Los vecinos reconocieron ayer por la tarde que el edificio está "bastante" deteriorado, aunque no se atrevieron a mencionar si sería necesaria su demolición. "El motivo de nuestras denuncias era el malestar que sufrimos, no el miedo a que cayera el edificio", explicó José María Chacón.

De hecho, el gerente de Ciutat Vella, Jordi Parayre, aseguró ayer que el Ayuntamiento ya había cursado órdenes de conservación a la propietaria de la finca. Ésta hizo caso omiso de la reclamación municipal y fue sancionada.

Rehabilitación o derribo

Según Parayre, hace poco tiempo la propietaria falleció, lo que generó un enfrentamiento entre los herederos para quedarse con la propiedad. Tras lo ocurrido ayer, el Ayuntamiento ordenará a los nuevos propietarios que se hagan cargo de la rehabilitación de la finca o la derriben. Si de nuevo no hubiese respuesta de los propietarios, el Ayuntamiento "se podría hacer cargo subsidiario de estas tareas", señaló Parayre.

Estaba previsto que anoche la mayoría de los vecinos afectados se alojaran en hoteles y pensiones de Barcelona, según explicó un portavoz municipal. Aunque Presentación es una de las excepciones: aseguró que le habían facilitado un lugar en un apartamento social de la zona del Paralelo. Según relataron los vecinos, no dispusieron de demasiado tiempo para recoger sus bienes personales antes de ser desalojados. "Estoy preocupado porque tengo todo el género dentro", manifestó Naveeb Ayub, que regenta el establecimiento de moda. El local comercial ya ha sido tapiado.

"Mañana [por hoy] se ha citado a los vecinos para que puedan recoger sus pertenencias personales", aseguró el gerente de Ciutat Vella.