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La Casa Batlló abrirá su segunda planta para situar la cafetería y una tienda

Jean Nouvel asiste al centenario del edificio en un acto con 'performance' de La Fura

Desde que en 2002, con motivo del Año Gaudí, la Casa Batlló abrió sus puertas al público no ha parado de acaparar premios y, sobre todo, visitas. El año pasado fueron unas 300.000 personas las que recorrieron el edificio reformado por Gaudí entre 1904 y 1906. Ayer se celebró un acto conmemorativo del centenario del edificio en el que intervino el arquitecto Jean Nouvel y contó con una performance de La Fura dels Baus. Nina Bernat, presidenta de Casa Batlló, señaló que espera abrir en breve la segunda planta del edificio para situar allí la cafetería y una tienda.

Decoradas con una iluminación de colorines un tanto kitsch, las antiguas cocheras de la Casa Batlló acogieron uno de los actos centrales del largo centenario, cuyo principal objetivo era celebrar los distintos premios que a lo largo de los tres últimos años ha recibido el edificio, entre ellos el premio Europa Nostra 2004, otorgado a la conservación del patrimonio, y, sobre todo, el hecho de que en 2005 fue declarada, junto a otros edificios de Gaudí, Patrimonio Mundial por la Unesco. En junio de 2006 Correos editará un sello conmemorativo del centenario.

En el acto de presentación de estos premios destacaba la presencia del arquitecto Jean Nouvel, autor de la Torre Agbar, que participaba, dijo Nina Bernat, como "padrino" del centenario. El arquitecto francés, reconocido admirador de Gaudí, insistió ayer en que no había realizado ninguna intervención en la decoración del evento, en el que también participaron el alcalde de Barcelona, Joan Clos, y el consejero de Política Territorial, Joaquim Nadal. Los parlamentos institucionales finalizaron con una performance, titulada Orígens, a cargo de La Fura dels Baus.

La Casa Batlló, propiedad de la familia Bernat, fundadora de la empresa Chupa-Chups, se ha ido restaurando y abriéndose al público por fases en los últimos años. En estos momentos son visitables la planta noble y los desvanes y chimeneas (con una entrada conjunta a 16,50 euros), pero Nina Bernat indicó que está pendiente de la licencia de obras municipal para reformar la segunda planta, menos espectacular pero también con intervenciones del arquitecto, en la que se ubicará una cafetería y una amplia tienda de recuerdos.

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