Luis Llosa lleva al cine la crueldad del dictador Trujillo

Thriller político, reflexión sobre el poder o retrato de los lados más oscuros de la vida. La Fiesta del Chivo es, según su director, Luis Llosa, una mezcla de todo ello. El filme, basado en la novela del mismo título del escritor Mario Vargas Llosa, indaga en la crueldad y tiranía del dictador dominicano Leónidas Trujillo, asesinado en 1961, a través del drama de una mujer, Urania, que regresa a su país tras 35 años de exilio voluntario. La Fiesta del Chivo, que se estrenará el 3 de marzo, está protagonizada por Tomás Milian, Isabella Rossellini, Paul Freeman, Juan Diego Botto y Stephanie Leonidas.

Afincado profesionalmente en Hollywood, Luis Llosa, director de películas comerciales de acción -En el corazón de la jungla, El especialista o Anaconda-, deseaba realizar un cine más personal y creativo. La oportunidad le vino leyendo La Fiesta del Chivo, la novela de su primo y cuñado Mario Vargas Llosa, una historia de ficción y realidad sobre una de las más crueles dictaduras, la que Rafael Leónidas Trujillo ejerció en la República Dominicana desde 1930 hasta 1961, año en el que fue asesinado. No cree ya que haya vuelta atrás. "Cuanto más comercial es el cine que realizas, más te encasillan en Hollywood, y hacer otro tipo de películas es realmente difícil. La libertad creativa que he encontrado con La Fiesta del Chivo me ha llenado de satisfacción y orgullo. Nunca se puede decir de este agua no beberé, pero ahora no volvería a Hollywood si no me permiten hacer filmes con mayor creatividad", aseguró ayer Llosa durante la presentación del filme en Madrid.

Fue el drama humano del personaje central de la novela, Urania, hija de un alto cargo de la dictadura de Trujillo, lo que más atrajo a Llosa para adaptar esta historia -"mezcla de realidad y ficción pero con todas las raíces en la realidad"- al cine. Después de 35 años en el exilio, Urania vuelve a Santo Domingo para visitar a su padre enfermo. Allí aparecerán los recuerdos, los secretos del pasado y la conspiración para asesinar a uno de los más malvados dictadores, Trujillo, el hombre que marcó para siempre la vida de Urania.

"Urania es una mujer muy herida pero también muy cruel, tan cruel como su padre, al que tanto reprocha; es una víctima que sólo encuentra la valentía de enfrentarse a su padre cuando éste está enfermo", explicó ayer una bella y cálida Isabella Rossellini. "Cuando conocí a Mario Vargas Llosa le pregunté cómo era la verdadera Urania, en la creencia de que era una persona real. Mario me dijo que era un personaje de ficción, compendio de muchas mujeres víctimas de la dictadura trujillista. Pero la novela y el guión daban tantos detalles sobre los sentimientos y pensamientos de Urania que me sirvieron para construir el papel", añadió la actriz. "Es todo un reto dar vida a una mujer que tiene dos capas: una fría y otra de ternura. Hay un dicho que asegura que lo personal es lo político, y esta película es política pero también personal", añadió Rossellini.

La Fiesta del Chivo, rodada en inglés -"fue una decisión de la producción que yo acepté bien en aras de una mejor comercialización del filme", dijo ayer Llosa-, va narrando en paralelo el regreso de Urania con la historia de unos hombres que traman y ejecutan el asesinato del dictador más por motivos de venganza personal que estrictamente políticos. Fueron todos ellos hombres machacados por la muerte, el odio y la violencia que instauró Trujillo en la vida de miles de dominicanos. "Quizás la sed de venganza personal no es muy noble o positiva, pero ésa fue la realidad. Me interesaba más eso que los aspectos políticos. De cómo la dictadura de Trujillo incide de manera trágica en la vida personal de tanta gente", asegura Llosa, que, como peruano y latinoamericano, reconoce que "las dictaduras son algo familiar para nosotros". "Yo de niño viví bajo una de ellas, y cuando se escribía el libro en Perú gobernaba Fujimori. Es muy difícil no encontrar similitudes entre el jefe de Inteligencia de Trujillo y el asesor de Fujimori Vladimiro Montesinos. Por eso, la película tiene, para mí, muchas referencias vitales", añadió.