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Apuntes

Los profesores piden saber qué beneficios obtendrán de la transferencia tecnológica

La jornada sobre parques científicos organizada por la Universitat propicia un vivo debate

Ignacio Zafra

La jornada sobre parques científicos organizada la semana pasada por la Universitat de València comenzó con la constatación del acercamiento entre la anfitriona y la consejería de Justo Nieto. Se esperaba que el rector Francisco Tomás y el consejero Nieto anunciaran que habían alcanzado un acuerdo respecto al dinero que la universidad recibirá para levantar infraestructuras docentes y para el parque científico.

El anuncio no llegó, pero ambos aseguraron que está al caer. Lo que había llegado era el deshielo de las relaciones, deterioradas desde que Tomás rehusó aceptar, hace cuatro meses, la oferta económica del consejero de Empresa en presencia del presidente de la Generalitat, Francisco Camps.

Los participantes se inclinan por mejorar los incentivos y recortar las horas de docencia

Pasado el momento de los anuncios, la jornada, titulada Universidad emprendedora, competitividad y entorno institucional. Parques científicos y spin-off, resultó ser más caliente de lo esperado. Primero, por el tono atrevido de los conferenciantes. Luego, por el tono todavía más atrevido de algunos de los profesores que asistían como espectadores.

El vicerrector de Calidad, Planificación e Innovación de la Universidad de Oviedo, Esteban Fernández, había destacado los obstáculos que la "cultura universitaria" mantiene frente a la cooperación entre empresa y universidad.

Ignacio Fernández de Lucio, director de Ingenio, centro mixto entre el Centro Superior de Investigaciones Científicas y la Universidad Politécnica de Valencia, había advertido del escaso grado de inversión en innovación y en I+D del sector productivo valenciano.

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El punto más animado de la jornada llegó con el turno de preguntas. Un profesor dijo haber entendido perfectamente qué provechos obtendrán las empresas de la colaboración con los investigadores, y también qué frutos obtendrá la universidad: "Lo que quiero saber es ¿qué beneficios obtendrá de todo esto el investigador?".

Fernández de Lucio explicó que en las entrevistas que su departamento hizo a centenares de profesores de las cinco universidades valencianas, la respuesta mayoritaria fue la de que así contribuían al "desarrollo de su región". El vicerrector de Oviedo añadió que los profesores cobran del Estado, "es decir, de la sociedad", y que no sería mala idea que devolvieran parte de esa inversión.

Las respuestas no parecieron contentar a una parte de la audiencia, y las siguientes preguntas insistieron en lo mismo. Esteban Fernández admitió entonces que no existen "incentivos", puesto que los resultados de dichas colaboraciones no suelen publicarse en revistas científicas, y que habría que estudiar la disminución de la carga docente para quienes participen en proyectos de transferencia tecnológica.

Más tarde, Emilio Barberá, de la Generalitat valenciana, residente durante años en EE UU, afirmó que la mayor recompensa que puede obtener un investigador se la reveló un día un universitario estadounidense mientras caminaban juntos por la calle: "Señaló un tranvía y me dijo: 'Eso lo he diseñado yo".

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Sobre la firma

Ignacio Zafra
Es redactor de la sección de Sociedad del diario EL PAÍS y está especializado en temas de política educativa. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Valencia y Máster de periodismo por la Universidad Autónoma de Madrid y EL PAÍS.

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