La acusación contra Villanueva presenta un débil testimonio en los primeros días de juicio
La defensa aporta testigos que sitúan al sevillano lejos del atentado que le imputan
La vista oral del juicio contra el sevillano Javier Villanueva, de 29 años, comenzó el pasado lunes en la ciudad boliviana de Santa Cruz de la Sierra. La Fiscalía quiere demostrar que el español pertenecía a la supuesta banda criminal que presuntamente atentó en febrero de 2004 contra la fiscal Mónica von Borries. Pero, de momento, la acusación sólo cuenta con la declaración de uno de los presuntos miembros de esta organización quien afirmó que lo vio de espaldas en el lugar de los hechos. "No le vi el rostro, pero sí lo reconocí por su forma de caminar".
El lunes arrancó en el Tribunal Cuarto de Sentencia de Santa Cruz de la Sierra (Bolivia) el juicio que pretende esclarecer la autoría del asesinato con coche bomba de la fiscal Mónica von Borríes el 27 de febrero de 2004. La Fiscalía pretende demostrar que el asesinato fue cometido por una supuesta organización criminal liderada por el italiano Marco Marino Diodato, prófugo al que acusan de detonar la bomba. El español Francisco Villanueva está acusado por la Fiscalía, encabezada por Hugo Iquise, de colocar el artefacto. Se enfrenta a 30 años de cárcel. La presunta banda la completarían Sandro Carvalho, también huido de la justicia; Freddy Hurtado y Ricardo Borba. Este último es uno de los testigos principales de la acusación y prestó declaración el martes.
Según las palabras de Borba durante la vista oral, recogidas por el diario local El Nuevo Día, él fue el encargado de vigilar mientras Villanueva supuestamente colocaba la bomba. Cuando fue interrogado por si reconoció al sevillano en el lugar del atentado, este ciudadano brasileño, con numerosos antecedentes policiales, sostuvo que vio "a Villanueva a unos tres metros del vehículo de la fiscal". "No le vi el rostro, pero sí lo reconocí por su forma de caminar", añadió.
Optimismo
Para el padre del sevillano, el médico Francisco Villanueva, esta declaración supone que la Fiscalía no tiene cómo acusar a Javier ya que nadie le sitúa en el lugar del atentado. "Tenemos todas las de ganar, ni siquiera sé cómo ha podido llegar el caso a un tribunal", aseguró.
El padre del sevillano explica que, además, Borba reconoció durante el juicio que ha pactado su declaración con la Fiscalía y la Embajada de Estados Unidos. "Me garantizaron que podría conseguir una visa (para mi hija) a través de la Embajada de Estados Unidos y que yo podría declarar tranquilamente sin temor a que ella fuera blanco de un atentado", dijo el martes el brasileño Borba.
"Hasta ahora, lo único que tienen es la declaración de Ricardo Borba, que ha reconocido que tiene un acuerdo con la Fiscalía y la embajada de Estados Unidos", afirma el padre del sevillano.
Según explica, la defensa de su hijo intentará probar a través de los testigos que va a presentar que el español no estaba en el lugar del atentado a la hora en la que se produjo.
El viernes, compareció Lily Pedraza, una de las empleadas del restaurante que regentaba el sevillano en la ciudad cruceña. Afirmó que habló con Villanueva a las 14.28 del 27 de febrero de 2004. Además, también compareció en la vista Analisse Graminger, quien dijo que se reunió sobre las 15.00 de aquel día con Villanueva. La Fiscalía fija la hora del atentado entre las 14.30 y las 14.35.
El padre del sevillano, adelanta que también cuentan con el testimonio de la mujer que limpiaba la casa de Villanueva y de un taxista que sitúan al ciudadano español en otro lugar a la hora de la explosión.
Salvo que la Fiscalía presente a algún otro testigo que inculpe a Villanueva, de momento sólo cuenta con la declaración de Borba. Lo que Iquise sí ha conseguido demostrar es que el español tenía relación con Diodato, el presunto líder de esa organización. Este extremo nunca lo ha negado el sevillano, pero afirma que se trataba de una simple amistad.
El juicio es probable que se prolongue hasta finales de mes, según los cálculos del padre de Villanueva, debido a la gran cantidad de testigos que se presentarán (unos 60, como indican los diarios locales).
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