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ACTUACIÓN POLICIAL EN MARBELLA

La Policía Local marbellí recibe 137 denuncias por malos tratos desde 2003

Las acusaciones han aumentado de manera escalonada en los últimos tres años

Javier Martín-Arroyo

La Policía Local de Marbella ha sido esta semana el centro de atención nacional. La actuación de cuatro de sus agentes en la detención del ciudadano belga Lieven De Wilde, que murió en el arresto, les ha costado a los policías la imputación por homicidio imprudente. Desde hace tres años, las denuncias por malos tratos contra el cuerpo no paran de crecer. Si en 2003 recibió 33 denuncias y en 2004 fueron 41, el año pasado se registraron 63 denuncias por excesos.

Se trata del primer repunte de las denuncias desde que el fallecido Jesús Gil se alzó con la Alcaldía en 1991. A principio de los años noventa las denuncias contra los agentes se dispararon, pero casi ninguna prosperó. Ante el aumento de acusaciones, el superintendente de la Policía Local, Rafael del Pozo, señaló el pasado viernes que de las 63 denuncias registradas el año pasado por malos tratos e injurias entre otros abusos, 45 de ellas fueron contradenuncias interpuestas por ciudadanos que habían sido denunciados previamente por la policía.

La detención y muerte del ciudadano belga ha sacudido a los agentes, que se han volcado con sus compañeros. "En ningún caso el fallecimiento tiene relación con la actuación policial", aseguró Francisco Corpas, secretario regional del Sindicato Unión de Policía Local y Bomberos (UPLB).

La politización del incidente no tardó. La portavoz popular, Ángeles Muñoz, solicitó el miércoles la dimisión de la alcaldesa y delegada de seguridad, Marisol Yagüe, por su "intolerable" ausencia de la ciudad. "Supone una manifiesta dejación de funciones porque no ha dado la cara en una situación tan grave y delicada", añadió. Al día siguiente, Yagüe, que se fue de vacaciones en plena crisis, emitió un comunicado para defender la profesionalidad de los agentes y achacar a Muñoz "que no se haya dignado a mostrar su apoyo solidario, y dar un margen de confianza a los agentes por su trayectoria impoluta".

La primera teniente alcalde y ex edil socialista, Isabel García Marcos, defendió a los policías municipales con rotundidad: "¿Creéis que la Policía Local se dedica a dar palizas a las personas sin sentido?", interrogó a los periodistas el miércoles. "Reducir a una persona violenta no se hace dándole palmaditas en la espalda", remachó.

El superintendente de la Policía Local, Rafael del Pozo, reconoció el viernes que la sensación de inseguridad ha vuelto a Marbella. Dos tiroteos en las últimas semanas que han generado una cierta inquietud. La buena noticia es es la confirmación de que la Comisaría de Marbella contará con 25 policías nacionales más.

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La Policía Local espera también refuerzos para la próxima primavera. Un total de 58 nuevas plazas que supondrá un aumento para la plantilla de alrededor de 15 agentes. En la actualidad, el cuerpo policial está compuesto por 352 agentes y 177 miembros no policiales. En los años noventa el gobierno municipal de Jesús Gil dotó a la policía de avanzados medios que incluían cabinas con agentes y GPS, flamantes motocicletas Harley Davidson y BMW, unidades equinas y un helicóptero. En la actualidad, la ruina de las arcas municipales ha acarreado una falta de medios denunciado por los sindicatos policiales: Vehículos averiados, impagos a los agentes, y ausencia de combustible y armamento. Unas carencias que desencadenaron una crisis el año pasado en la Policía Local, otrora joya de la corona de la política municipal en Marbella.

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Sobre la firma

Javier Martín-Arroyo
Es redactor especializado en temas sociales (medio ambiente, educación y sanidad). Comenzó en EL PAÍS en 2006 como corresponsal en Marbella y Granada, y más tarde en Sevilla cubrió información de tribunales. Antes trabajó en Cadena Ser y en la promoción cinematográfica. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y máster de EL PAÍS.

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