El PSE desiste de plantear la comisión de autogobierno que anunció en septiembre

El PSE-EE ha decidido renunciar a presentar su propuesta para constituir en la Cámara vasca una nueva comisión de autogobierno para debatir la reforma del Estatuto de Gernika, tal y como anunció este otoño que haría en el actual periodo de sesiones. Este cambio de criterio es "una cuestión de oportunidad política", según portavoces socialistas, que consideran ahora preferible esperar a que el proceso de paz se concrete y pueda constituirse la mesa de partidos extraparlamentaria y adoptarse en ella acuerdos básicos que garanticen después una tramitación parlamentaria exitosa.

Los socialistas realizaron el anuncio de que propondrían formar en la Cámara una comisión especial de autogobierno al presentar sus planes para el inicio de la nueva legislatura, en septiembre pasado. El PSE preveía entonces registrar su propuesta en el actual período de sesiones, antes de que el Parlamento cumpliera su primer año de mandato en junio, y después de extraer del debate presupuestario las primeras pistas sobre la existencia o no de un "cambio de paso" en el Gobierno tripartito y, sobre todo, en el PNV.

El PSE entendía entonces que, tras la derrota en el Congreso del plan Ibarretxe, seguía pendiente la actualización del autogobierno recogido en el Estatuto de Gernika de 1979.. "Nosotros seguimos empeñados en poner en marcha la reforma estatutaria y entedemos que el foro adecuado es el Parlamento y no mesas ajenas a él", señaló entonces el portavoz parlamentario socialista José Antonio Pastor.

El Gobierno se mostró días después muy reticente hacia la propuesta socialista, ya que su opción preferente era ya la constitución de una mesa de partidos en la que pudiera estar Batasuna, que no tiene representación en la Cámara en esta legislatura. Además, el tripartito siempre ha recordado que una comisión de ese tipo funcionó ya en 2002 en el Parlamento por iniciativa del lehendakari Ibarretxe, con el fin de analizar el cumplimiento del Estatuto de Gernika. El lehendakari se apoyó en ese dictamen para presentar, un año después, el plan soberanista que lleva su nombre.

La reconducción de relaciones en estos meses ha aconsejado a la ejecutiva del PSE "archivar", en palabras de un alto dirigente, aquel propósito de pedir una nueva comisión.

El rechazo socialista a la propuesta inicial del lehendakari para formar una mesa multipartita, con Batasuna incluida y sin condiciones previas, se ha tornado en aceptación de ese foro, una vez que el PNV adoptó la posición de introducir el cese de la violencia como exigencia para su constitución y se comprometió a que los acuerdos alcanzados en él tengan un consenso mayor que el de 1979.

Cambios "para bien"

Ese cambio, afirman los socialistas, ha sido determinante para que el PSE haya modificado también su decisión y haya puesto a "hibernar" su propuesta de comisión parlamentaria.

"Se han modificado para bien los criterios de constitución de una mesa de partidos que enunció al principio Ibarretxe. Una vez que el PNV introduce cambios significativos en el planteamiento con su documento de octubre, al decir que sólo habrá mesa en ausencia de violencia y como condición previa antes de convocarse, entendemos que es una ocasión que hay que aprovechar", afirma ahora José Antonio Pastor. La decisión de relegar la constitución de esa comisión para el debate estatutario es, a su juicio, "una cuestión de oportunidad política y de conveniencia para el país". "Hay una esperanza cierta de un proceso de paz y ése es el momento que hay que aprovechar para buscar los grandes consensos sobre el marco de conviviencia, que nosotros entendemos como una reforma estatutaria que dé encaje y cabida a la mayor parte de la población".

Pastor opina también que sólo cuando los partidos hayan madurado un consenso básico se deberá llevar al Parlamento el debate. "Así se ha hecho con el Estatuto catalán y la ausencia de esa cocina previa fue una de nuestras quejas hacia el plan Ibarretxe.

Si se abre el debate parlamentario en una nueva comisión de autogobierno, afirma, "tendrá que ser para que salga adelante un acuerdo". "De otro modo, si cualquiera de las partes va con textos no consensuados previamente, "estaremos de nuevo en un callejón sin salida", afirma. El portavoz socialista recalca la necesidad de llevar al Parlamento unas propuestas previamente consesuadas, para tener la garantía de que saldrá aprobado con la mayoría adecuada, tanto en Vitoria como en el Congreso.