Segundo ajuste en el legado de Cortina
En su primer semestre Brufau cambió al 60% de sus directivos y afloró pérdidas millonarias
La fuerte hipoteca latinoamericana de Repsol YPF en sus actividades de exploración y producción ha sido la causa de los mayores quebrantos en las cuentas de la petrolera española en los últimos años, primero por la crisis argentina y ahora por el cambio político que se vive en Bolivia. La diversificación geográfica propiciada por Brufau ha avanzado en los últimos meses, pero todavía es muy reducida.
Apuntó como reservas una prórroga concesional en Argentina que no se ha dado y Bolivia acusa a Repsol de inscribir como propios sus yacimientos
Antonio Brufau, que lleva 15 meses al frente de Repsol, anunció al poco de llegar que quería cambiar la petrolera en cuatro o cinco años y para ello, en los primeros seis meses, implantó una nueva estructura funcional, removió de sus puestos al 60% de sus directivos, cambió la adscripción y a los responsables del control de las reservas e impuso un drástico plan de saneamiento (afloró en las cuentas de 2004 pérdidas extraordinarias por valor de 682 millones y anunció una reducción del 4,1% en las reservas de crudo).
Además, ante las escasas y decrecientes reservas con que se encontró, el nuevo presidente y consejero delegado fijó la exploración y producción de crudo y gas como prioridad en el Plan Estratégico 2005-2009. Un plan articulado en torno al crecimiento selectivo, la diversificación geográfica para reducir la excesiva dependencia de América Latina, la aplicación de buena parte del esfuerzo inversor a proyectos de upstream (exploración y producción), con posible compra de reservas, disciplina financiera y contención de costes.
Y cuando parecía que todo estaba controlado y que todo marchaba según lo previsto en Repsol, con nuevos contratos de exploración y producción en el norte de África y con una ingente entrada de ingresos por los elevados precios del crudo y los elevados márgenes del refino (sus resultados crecieron casi un 24% entre enero y septiembre pasados y su cifra de negocio un 22%), salta la sorpresa de que un 25% de sus reservas probadas no son tales.
La herencia de Cortina
La magnitud del ajuste sorprende sobre todo porque a 31 de diciembre de 2004 se supone que ya habían sido revisadas por expertos independientes, de acuerdo con el plan trienal de la compañía, el 100% de las reservas de Repsol. El desfase entre las reservas contabilizadas y las reales lo detectan los auditores en 2005.
[Las reservas son el cálculo del petróleo y gas que una compañía tiene bajo tierra y que prevé explorar y vender algún día. Son un indicador crucial para el inversor de las compañías petroleras sobre sus perspectivas de crecimiento].
La reducción de reservas anunciada el pasado día 26 es por tanto el segundo gran ajuste y saneamiento que realiza Brufau en la herencia recibida de la etapa de gestión de Alfonso Cortina en Repsol.
La revisión ha supuesto reducir en más de un 50% las reservas que se daban por probadas en Bolivia (659 millones de barriles) y en un 40% las de Argentina (509 millones de barriles).
En 2005, el Gobierno boliviano elevó drásticamente las regalías, haciendo a algunos proyectos "económicamente inviables", según Repsol. El presidente Evo Morales, que acaba de asumir el cargo y visitar recientemente España, ha sugerido que aumentará el control sobre la industria petrolera, y alguno de sus ministros habla de nacionalizar los recursos. Además su nueva normativa de hidrocarburos aún está pendiente de completarse con varios reglamentos que la desarrollan, agrega dosis de incertidumbre. Repsol argumenta además que algunos yacimientos de gas están perdiendo presión más deprisa de lo esperado, causando una revisión a la baja.
Por todo ello la compañía ha anunciado que congela inversiones previstas por 400 millones de dólares en este país. "Queremos invertir y largo plazo en Bolivia, pero hace falta que las reglas de juego sean claras", ha señalado Brufau. Autoridades bolivianas, entre tanto, han acusado a Repsol de apuntarse como propias en la SEC de la Bolsa de Nueva York reservas de hidrocarburos cuya soberanía pertenece al Estado boliviano. Una acusación fruto del desconocimiento y que no tiene trascendencia, señalan fuentes del sector.
El otro gran varapalo en las reservas se ha producido en Argentina, y aquí, a parte de correcciones técnicas a la baja en algunos yacimientos, ha habido también una atribución indebida de una prorroga de diez años, que no se ha producido, en los contratos de algunas concesiones. En el caso de Argentina, Brufau adelantó a los analistas que las revisiones no modificarán el plan estratégico de inversiones, cifrado en unos 6.500 millones de dólares hasta 2009.
En Venezuela, la revisión de las reservas está relacionada, según Brufau, con el plan del Gobierno de Chávez de participar en la explotación de los recursos con empresas mixtas encabezadas por la estatal PDVSA. "Donde teníamos el 100%", han explicado en la petrolera, "pasaremos a tener el 40%", lo que obligaba a reducir las reservas declaradas.
La vida sigue
El descalabro de las reservas y de su tasa de reposición, que convierte aún más a Repsol YPF en una petrolera sin crudo, no va a modificar sustancialmente la estrategia del grupo. Vamos a seguir incrementando nuestra presencia en Argelia, Libia y otros países africanos, aseguran en Repsol, y "tenemos previsto abrir 60 nuevos pozos en los próximos cuatro años".
También van a seguir desarrollando el proyecto conjunto con Gas Natural, la nueva compañía Repsol-Gas Natural LNG, S.L. con actividades de trading, comercialización mayorista y transporte de gas natural licuado (GNL). Y no se va a retirar del proceso de adquisición de los activos de gas natural licuado del grupo anglo-holandés Shell, que están valorados en unos 2.500 millones de euros, según fuentes de la petrolera. Además, según aseguran, van a seguir ampliando su presencia y su actividad en Trinidad Tobago, donde ya producen más de 120.000 barriles diarios de petroleo equivalente y donde su plan estratégico contempla inversiones por más de 1.250 millones de dólares. Siguen adelante además con su importante contrato de licuefacción, traslado y comercialización de gas peruano, con una inversión prevista de 3.100 millones de dólares, a la costa oeste de Estados Unidos y México.
Repsol YPF también va seguir desembolsando los 3.200 millones de euros previstos hasta 2009 para ampliar su capacidad de refino en España en un 20%.
Adiós a medias a la 'golden share'
Repsol se despide mañana de la llamada golden share, o acción de oro, con la que el Gobierno español la protegía hasta ahora de compradores indeseados.
La última reducción de sus reservas de crudo y gas, su dimensión relativamente pequeña en un negocio como el petrolero dominado por corporaciones gigantes y el varapalo bursátil de los últimos días convierten a Repsol, a juicio de algunos analistas, en presa fácil para una OPA y también en candidata ideal para procesos sectoriales de fusión o concentración. Además, y para reponer parte de las reservas que se le han evaporado, la propia Repsol podría realizar alguna adquisición de activos o de pequeñas compañías. Su previsible desinversión parcial en Gas Natural, tras la OPA de ésta sobre Endesa, le va a proporcionar liquidez.
Sin embargo, aunque la acción de oro desaparece en Repsol, la cancha no está despejada del todo para quien aspire hacerse con su control porque la golden share del Gobierno argentino va a seguir vigente en YPF.
En cualquier caso, como señalan algunos analistas, YPF no es hoy lo más codiciable del grupo hispano-argentino. Sus actividades de refino y comercialización pueden resultar áreas mucho más atractivas para las grandes petroleras.
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