Música liviana
Voló con su borboleta (mariposa, en portugués). Empieza con esa canción a cappella en lo que acaba siendo uno de los mejores momentos de su concierto. Sara Tavares definió su música como mulata, mestiza, colorida. Sus acompañantes son de Angola, Guinea-Bisau, Cabo Verde y Portugal, y ella nació en Lisboa de padres caboverdianos. No hay que olvidar que la ciudad de la desembocadura del Tajo fue capital de un vasto imperio de ultramar con colonias en distintos puntos de África. Que en Lisboa hubo esclavos africanos antes incluso de ser llevados éstos a América y que aún hoy existe allí una calle del pozo de los negros, recuerdo de tiempos muy duros.
Sara Tavares -aún no ha cumplido los treinta- forma parte de esa generación de portugueses de ascendencia africana, que pertenecen tanto a un sitio como a otro, pero se encuentran en la disyuntiva de escoger continente o profundizar en los elementos comunes a ambas culturas. Renunciar a parte de uno mismo es siempre doloroso; tampoco resulta cómoda la segunda opción por cuanto muchos portugueses de piel más clara no admiten esa otra realidad. Así que, entre unas cosas y otras, lo normal es sentirse un poco perdido: hay canciones en que la chica tiende hacia sus raíces afro-lusas y canciones, en cambio, en las que no se diferencia de cualquier amable cantante de pop.
Sara Tavares
Sara Tavares (voz y guitarra), Toni Dudu (guitarra), Ricardo Alves (coros y guitarra), Fernando Embaló (bajo eléctrico), N'Du (batería) y Juca Monteiro (percusión). Galileo Galilei. Madrid, 2 de febrero.
Indefinición
En esa indefinición musical se ha debatido ella casi desde sus inicios: imitó con 16 años a su entonces idolatrada Whitney Houston en un concurso televisivo, se presentó a Eurovisión, grabó un primer disco de soul y gospel, cantaba los temas de las películas de Disney en portugués, y se fue alejando poco a poco de todo eso para escribir sus propias canciones.
Sara Tavares canta en crioulo, portugués y jerga callejera, con dulzura algo melancólica, lo que ella llama canciones de cuna para adultos. Tiene una cosa a favor: supera en directo las prestaciones que ofrece en disco -el tercero, que acaba de editarse, se titula Balancê y cuenta con invitados como la cantante de fados Ana Moura, el instrumentista portugués Julio Pereira y el músico caboverdiano Boy Gê Mendes-. Pero los grandes se distinguen, sin excepción, por su pegada y a Sara Tavares, hoy por hoy, no se le aprecia.
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