El Madrid de los Austrias

Arco nunca termina en Arco. En cada edición, su onda expansiva desborda los límites de Ifema para llegar hasta el centro de Madrid, que se puebla de exposiciones relacionadas con el país invitado a la feria. Así, Austria será este año protagonista de la muestra que la Sala Alcalá 31 dedica al austriaco Arnulf Rainer y al alemán Dieter Roth, así como la que la Sala del Canal de Isabel II consagra a Erwin Wurm, famoso por sus esculturas realizadas en un minuto, a medio camino entre las tres dimensiones y el triple salto. Por su parte, más con el ciberespacio que estrictamente con Centroeuropa tienen que ver la exposición Las condiciones posmediáticas, dedicada en el Centro Cultural Conde Duque a los nuevos medios y al uso que le dan tanto los artistas españoles como los austriacos. Un poco de cada cosa era, precisamente, Adolfo Schlosser, nacido en Leitersdorf en 1939 y fallecido en Madrid en 2004. Decisiva en el panorama hispánico desde su llegada a nuestro país a mediados de los años sesenta, la obra de este "artista de la naturaleza" será objeto de una retrospectiva que, en el Museo Reina Sofía, presentará esculturas, obras sobre papel, instalaciones y tapices. Sin salir del museo ampliado por Jean Nouvel pero dentro del viejo hospital de Sabatini, el Espacio Uno presenta una instalación del pensador y cineasta germano Harun Farocki cuyo título -Pensaba que veía presidiarios- dice bastante sobre lo que tiene de reflexión en torno a una de las artes visuales de mayor éxito en los últimos tiempos: la videovigilancia.

Fuera de Arco y fuera de Austria pero sin salir del eje que forman los paseos del Prado, Recoletos y la Castellana el programa Madrid abierto acogerá una serie de instalaciones de arte público que van desde el speaker's corner que, a la manera de los de Hyde Park, montará junto al Retiro la estadounidense Nicole Cousino hasta el locutorio gratuito que abrirán en la plaza de Colón los asturianos Maki y Hey Portilla-Kawamura junto a Tadanori Yamaguchi y Ali Ganjavian. No lejos de ese eje, dos paradas en el barrio de Salamanca permitirán acercarse a las vanguardias históricas. Así, la Fundación Juan March presentará 84 obras de Otto Dix en la primera gran exposición en España del pintor alemán, que bebió del expresionismo para convertirse en uno de los grandes de la "Nueva Objetividad" y retratar aquella Europa movediza, excesiva y convulsa que terminaría siendo escenario de dos guerras mundiales.

La Fundación Telefónica presenta la segunda gran exposición antológica del fotógrafo Chema Madoz con obras realizadas entre 2000 y 2005. Una amplia selección realizada por Borja Casani, que despliega la magia en blanco y negro de este autor madrileño dado a fabricar juegos poéticos y combinaciones improbables.

Por su parte, la Fundación "la Caixa" acoge ya la que promete ser una de las exposiciones de la temporada. Tomando el testigo a muestras como Suiza visionaria, que tuvo lugar en el Reina Sofía en 1992, y la dedicada por el Macba en 2001 a la Colección Prinzhorn, especializada en los trabajos de los enfermos mentales, Mundos interiores al descubierto confronta la obra de artistas como Paul Klee, Joan Miró, Jean Dubuffet, Philip Guston o Louise Bourgeois con la de marginales como Yoakum, Adolf Wölfli o Bispo do Rosário. En pie de igualdad con los protagonistas del canon occidental del arte moderno, la labor heterodoxa, visceral y gratuita de un puñado de seres ajenos a las convenciones sociales y estéticas: un indio navajo empleado de circo, un jornalero acusado de pederasta y asiduo del manicomio de Berna o un iluminado brasileño.

La relación entre locura y genio y la búsqueda de un arte nacido, sin mediaciones, del inconsciente, los sueños y la enajenación llevan cien años siendo uno de los capítulos más interesantes de la historia de la creación artística, empeñada en abandonar las versiones lineales y de sentido único que durante décadas marcaron los caminos del buen gusto.

También en los márgenes, por cierto, ha nacido Art Madrid, un Salón de Arte Moderno y Contemporáneo que, entre el 7 y el 11 de febrero, abrirá sus puertas en el Pabellón de Cristal de la Casa de Campo. Cuarenta galerías españolas y once extranjeras participarán en la primera edición de una feria que tiene algo de Salon des refusés respecto a Arco, siempre envuelta en la polémica por la selección de los participantes. De vuelta al centro de Madrid y, de paso, a Centroeuropa, los aficionados al diseño y la arquitectura tienen tres citas.

La sala de exposiciones del ICO acoge todavía la muestra que el Museo Vitra organizó sobre los trabajos del húngaro Marcel Breuer, el bauhasiano inventor de la silla de tubo de acero, el arquitecto que construyó la sede del Museo Whitney de Nueva York. Por su parte, la sala de las Arquerías de Nuevos Ministerios expone las fotografías de Margherita Spiluttini, fotógrafa habitual de los edificios de los suizos Herzog & De Meuron y de los austriacos Baumschlager & Eberle y Coop Himmelb(l)au. A un paso de allí, en la plaza de Castilla, la Fundacion Canal acoge una muestra de las Últimas tendencias del diseño en Austria. Finalmente, de feria en feria, los más jóvenes tienen la oportunidad de enseñar sus proyectos en Generación 2006, el certamen que organiza anualmente La Casa Encendida, que en esta ocasión presenta 33 obras de creadores españoles emergentes. Una muestra de lo más nuevo en un tiempo en que lo nuevo caduca al final de esta frase.