Arte digital en el mundo orgánico
TheBlackBox@Arco, el programa dedicado al arte realizado con nuevos medios, vuelve afortunadamente sin el formato de caja negra, al que debe su nombre. El laberíntico entramado de cubículos del año pasado ha sido sustituido por un círculo de stands, que reúnen las propuestas más experimentales de la feria, centradas en los puntos de intersección entre arte, sociedad, ciencia y tecnología. Se trata de 12 proyectos individuales, presentados por otras tantas galerías, que ofrecen una muestra de distintas prácticas en el ámbito del new media art.
Las relaciones y analogías entre los procesos biológicos y tecnológicos son uno de los grandes focos de interés de los artistas digitales, como demuestran los proyectos más interesantes del programa, encabezados por una instalación de Eduardo Kac (BlackBox, Copenhague), pionero del arte transgénico, autor de obras que combinan informática, vídeo, holografía, robótica, telepresencia, biología e ingeniería genética. Un árbol tecnológicamente alterado protagoniza una instalación de Daniel Canogar (Filomena Soares, Lisboa), que materializa la paradoja entre la destrucción medioambiental y la reconstrucción tecnológica. Se trata de la escultura de un árbol caído y despojado de sus hojas que, mediante cables de fibra óptica y diapositivas digitalmente modificadas, genera una multiproyección simulando el follaje.
Tras ganar el año pasado el Premio Arco para jóvenes artistas, la galería austriaca Gima vuelve con una pieza de software art de Dominik Eggermann, que permite al espectador contribuir al desarrollo o a la destrucción de un bosque virtual, cuyo crecimiento genera extraños sonidos, que acentúan la sensación de inmersión en un mundo salvaje y siniestro. La interacción continúa siendo uno de los principales alicientes de las obras digitales, como demuestran también la videoinstalación del croata-holandés Dan Oki (C. A. Galerija, Zagreb), que invita el público a elaborar su propia película; el proyecto de la india Shilpa Gupta (Bose Pacia Modern, Nueva York), que permite manipular irónicas figuras vestidas de camuflaje proyectadas en la pared; y un "espacio inteligente" de George Legrady (Bitforms Gallery, Nueva York), con una proyección que reacciona a los movimientos del público.
Jenny Marketou (Ashley Gallery, Filadelfia) aborda el debate sobre el control informático desde una perspectiva irónica, con una instalación basada en unas cámaras de vigilancia que se desplazan colgadas de balones de helio, retransmitiendo en Internet todo lo que captan. El net.art está representado por un proyecto histórico de Arcángel Constantini (Espacio Líquido, Gijón), No/E.html, mientras que el reconocido net artista Cory Arcangel (Max Wigram de Londres) expone su reinterpretación de la iconografía de videojuegos míticos como Super Mario Bros. Concluyen la selección los vídeos de Patricia Dauder (ProjectesD, Barcelona) y Frederic Amat (Carles Taché, Barcelona).
La selección de galerías participantes en esta sección ha estado a cargo de los comisarios: Karin Ohlenschläger, Christiane Paul, Jemina Rellie, Ángela Molina y Mark Tribe.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.