El Parlamento Europeo propone endurecer la política hacia Cuba

El Parlamento Europeo apoyó ayer, por una mayoría sin precedentes en el caso cubano (560 votos a favor, 33 en contra y 19 abstenciones), una resolución en la que da a entender que el régimen castrista se burla de la política de mano tendida de la UE al acrecentar su represión sobre la disidencia. Los eurodiputados, que ya criticaron la transigencia auspiciada por el Gobierno español, reclaman medidas al Consejo de Ministros.

La paciencia de la Eurocámara con el castrismo ha llegado a su límite y hasta los socialistas, remisos en el pasado a dejar en evidencia a Fidel Castro, se han sumado en esta ocasión a la condena. Por los españoles intervino en el debate, entre otros, Raimon Obiols (PSOE), quien admitió que La Habana no había dado las señales esperadas por el Gobierno español cuando, en enero de 2005, convenció a los miembros de la Unión de la pertinencia de levantar algunas sanciones impuestas a instancias de José María Aznar en respuesta a la oleada represiva de 2003.

Cuando hace un año se hizo el gesto de buena voluntad, la UE pidió a La Habana que continuara la liberación de presos, discretamente apuntada en las semanas precedentes. "Durante el año 2005 no se ha registrado liberación alguna de presos de conciencia en Cuba y el número de presos políticos no sólo no se ha reducido, sino que ha aumentado significativamente", dice el Parlamento. La Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional certifica que los 294 reclusos políticos de 2004 pasaron a ser 333 en 2005.

La resolución condenatoria obtuvo ayer tan amplio respaldo por acuerdo alcanzado entre conservadores y liberales, partidarios de restaurar las sanciones, y socialistas y verdes, que mantienen su fe en que "las perspectivas de avances son mejores que con la anterior política", en palabras de Obiols. Entre las voces minoritarias de la Eurocámara se dejaron oír las del comunista Willy Meyer y las del socialista Miguel Ángel Martínez. Meyer, coordinador ejecutivo de política internacional de Izquierda Unida, defendió a Cuba por la solidaridad del régimen con los países pobres y por sus prestaciones sociales, y manifestó que "la UE no debe ir al dictado del Departamento de Estado" norteamericano.

Los ministros europeos no volverán a revisar su estrategia cubana hasta junio. Ya en abril de 2005, el Parlamento repudió, a instancias de populares y liberales, con la abstención de los socialistas, "el súbito cambio de estrategia y la suspensión de sanciones".