La suspensión de pagos de Sáez Merino amenaza a la mitad de sus 950 empleados
El anuncio de Sáez Merino -fabricante de Lois, Cimarron, Caster y Caroche- de recurrir al concurso de acreedores (antigua suspensión de pagos) para poder acometer un Plan de Reorganización que pretende poner el acento en el comercio de sus marcas y relegar a un segundo plano la producción ha levantado la alarma y las críticas sindicales. Sáez Merino emplea a 950 trabajadores. El secretario general de Fiteqa- CC OO-PV, Vicente Rodríguez, explicó ayer que alrededor del 50% de la plantilla es de producción y cree que una parte importante de este porcentaje puede verse afectado por el plan de Sáez Merino. Los sindicatos temen que tras la suspensión de pagos se presente un expediente de regulación que podría afectar especialmente a los centros textiles de Segorbe y Cheste, que emplean a algo más de 250 personas, según estimaciones sindicales. Daimiel, el único de los cuatro centros de producción dedicado a confección, emplea a alrededor de cien personas y Benaguasil ronda los 200. El resto de plantilla está en otras áreas del grupo.
La Federación de Industrias Afines de UGT-PV (FIA) rechazó ayer el concurso de acreedores tras reunirse con sus representantes en los centros de trabajo. FIA entiende que los motivos financieros alegados por la empresa "no son suficiente motivo para poner en peligro los puestos de trabajo de la textil, después del sacrificio realizado por los trabajadores hace escasamente un año".
UGT-PV rechaza el modelo de empresa que proyecta Sáez Merino (más comercial y menos productivo) por el "coste de empleos" que supone, y anunció que solicitará junto a CC OO-PV una reunión con la dirección. UGT-PV propondrá también una reunión urgente con el Consell. El sindicato también reclamó el abono inmediato de las indemnizaciones "pendientes" del anterior ajuste y de la paga de Navidad.
Por la tarde, Sáez Merino comunicó que el activo de la empresa (275,47 millones) duplica ampliamente al pasivo (65,8 millones), datos que constan en la documentación remitida el lunes al Juzgado de lo Mercantil número 2 de Valencia. La empresa dijo no tener ningún inconveniente en remitir copia de la documentación a los representantes de los trabajadores, y aseguró que accederá a reunirse con los sindicatos "ante la lógica preocupación de éstos por la continuidad de la actividad industrial". Sáez Merino también dijo compartir la preocupación por los puestos de trabajo, aunque añadió que "espera poder remontar al menos su problema de liquidez en un plazo más o menos breve".
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