PSOE y PP salvan a última hora el pacto del Estatuto valenciano

Tras un conato de ruptura del pacto sobre el nuevo Estatuto valenciano, el PSOE y el PP se dedicaron ayer a intentar salvarlo, cosa que lograron de madrugada. La disputa se centró en cómo regular el porcentaje de votos que debe conseguir un partido para lograr escaños en las Cortes Valencianas. Ahora es del 5% y así figura en el Estatuto, pero el PSOE proponía rebajarlo al 3%. El PP ofreció trasladar esa barrera del 5% a la ley electoral, pero se negó a modificar las referencias al valenciano como idioma, tal como pedía el PSOE.

Todo comenzó con una reunión a puerta cerrada a primera hora de la mañana entre socialistas y populares en el Congreso de los Diputados. Estuvieron, por parte socialista, Ciprià Ciscar, Ramón Jáuregui y Alfonso Perales, y, en representación de los populares, Federico Trillo, Soraya Sáenz de Santamaría, Serafín Castellano y Jaime Ignacio del Burgo. Durante la tarde y por la noche se sumaron a la reunión en conversaciones telefónicas el presidente de la Generalitat, Francisco Camps; el líder de los socialistas valencianos, Joan Ignasi Pla, y las cúpulas del PP y del PSOE en Madrid al más alto nivel.

El PSOE, según fuentes de los dos partidos, hizo dos propuestas alternativas sobre el mínimo necesario para obtener escaño: rebajar la barrera electoral del 5% al 3% o aplicar el 5% a cada provincia y no a toda la comunidad autónoma como hasta ahora. El PP replicó a ambas que no, e hizo una contraoferta: eliminar la mención a la barrera electoral del Estatuto de autonomía y dejar ese 5% de mínimo sólo en la Ley Electoral Valenciana. Esa ley requiere de una mayoría de tres quintos para cambiarse. El PP pidió como requisito adicional para acceder a la propuesta socialista que además, esa mayoría cualificada se eleve de tres quintos a dos tercios, para garantizar que será imposible de cambiar sin el acuerdo de los dos partidos.

En la reunión matutina también se discutió la reivindicación socialista de modificar las menciones al valenciano que aparecen en el nuevo Estatuto. En el proyecto hay varias menciones y, en buena parte de ellas, se habla de "idioma valenciano". Los socialistas defendieron que la redacción vuelva a ser la del Estatuto actual, que habla de "valenciano". El PP rechazó ayer esta hipótesis. De madrugada, los socialistas eliminaron esta reivindicación para facilitar el acuerdo.

A la salida de la reunión matutina, Trillo dio el acuerdo por roto, mientras que Ciscar dijo que las negociaciones seguían adelante. Ciscar habló con Eduardo Zaplana, portavoz del PP en el Congreso, y le instó a que intermediase, en su calidad de ex presidente valenciano, para salvar el pacto. Zaplana, poco después, dijo que el pacto no estaba "ni roto ni no roto" y mantuvo que había un acuerdo con el PSOE que debía "cumplirse".

Contraoferta

Por la tarde, las negociaciones continuaron por teléfono. Aparentemente, los socialistas aceptaron la contraoferta del PP sobre eliminar la barrera electoral del Estatuto y dejarla sólo en la ley electoral, con el añadido de que ésta necesite dos tercios para ser modificada. A cambio, rechazaron la negativa de los populares a dejar las referencias al valenciano tal y como están en el Estatuto hoy vigente. Ahí se atascó la negociación a última hora de la noche.

Con estas posiciones, hoy comienza la discusión de las enmiendas parciales en la Comisión Constitucional del Congreso. En la Ponencia, celebrada en diciembre a puerta cerrada, populares y socialistas presentaron 16 enmiendas consensuadas y aceptaron dos transacciones, de cuestiones meramente técnicas, planteadas por Izquierda Unida. Durante la negociación de la Ponencia, socialistas y populares declararon que estaban dispuestos a admitir enmiendas que "ampliaran el consenso pero sin reducir el consenso", es decir, sin que quedase fuera ninguno de los dos partidos firmantes del acuerdo en Valencia.

La vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, se mostró convencida en Onda Cero de que "se va a mantener" el "consenso básico" sobre la reforma del Estatuto y que habrá un "resultado positivo" en el trámite del Congreso. Ampliar el consenso a Izquierda Unida requeriría rebajar la barrera electoral del 5% al 3% y dejar las referencias al valenciano como están en el Estatuto actual.