Suspende pagos el grupo textil Sáez Merino, fabricante de Lois

Año y medio después de que Sáez Merino -fabricante de Lois, Cimarrón, Caster y Caroche- anunciara un ajuste que implicaba el cierre de cuatro de sus ocho plantas y el despido de 542 trabajadores, sus responsables han decidido recurrir al concurso de acreedores (suspensión de pagos). El grupo explicó ayer que ha tomado esta decisión ante la "imposibilidad de atender determinados pagos". La medida le permitirá negociar su pasivo (que no precisó, aunque aseguró que es inferior al activo) y acometer un "plan de reordenación" que garantice su continuidad.

Sáez Merino centrará esfuerzos en "potenciar el comercio" de sus marcas, "relegando a un segundo plano la producción ante la imposibilidad de reducir sus costes". La producción propia, de hecho, ha ido perdiendo peso en esta última fase, en favor de una apuesta comercial. Tras el último ajuste la firma desvió parte de la producción al norte de África, y ahora los sindicatos temen que la producción en España quede bajo mínimos. El grupo tiene cuatro centros de producción, tres en la Comunidad Valenciana (Cheste, Benaguasil y Segorbe) y otro en Castilla-La Mancha (Daimiel). En conjunto emplea a 950 personas.

El grupo dijo que ha presentado el proceso concursal tras frustrarse la negociación "con diversas entidades de crédito" para financiar su plan. La dirección comunicó ayer a los representantes de los trabajadores la decisión. Los trabajadores creen que esta situación puede comportar un ajuste de plantilla que temen que afectaría sobre todo a los centros de Cheste y Segorbe. UGT ha convocado esta tarde a sus representantes para "analizar la situación" y CC OO-PV mostró su intención de personarse en el proceso.