La caída de cientos de árboles en Les Planes causa graves destrozos

"Esto se parece al Sáhara". Con esta broma, un trabajador de Parcs i Jardins ilustraba ayer al estado de deforestación en el que ha quedado Les Planes, en el parque de Collserola, tras el temporal de los últimos días. El viento y el peso de la nieve provocaron la caída de centenares de árboles, que han causado numerosos destrozos en la zona. Los troncos han roto cables de luz y teléfono, han dañado casas y han obligado a cerrar diversas calles.

"Es impresionante el ruido de un tronco cuando se parte. Es profundo, grave, ancestral". Jesús Escardó, vecino del barrio de Can Rectoret, recordaba cómo la madrugada del sábado, cientos de árboles del parque de Collserola caían sin remedio. A la nieve húmeda, que había empezado a caer con intensidad el viernes, se sumó la lluvia y un fuerte viento. El hielo se acumuló en las copas de los árboles, que cedieron ante tal peso.

"Además, tras un año de sequía, los árboles estaban más débiles", explicó ayer el gerente de Parcs i Jardins, Jordi Campillo, quien destacó el carácter "excepcional" de lo ocurrido: "Se ha caído la mitad de la montaña". Aun así, ni Campillo ni la concejal del distrito de Sarrià-Sant Gervasi, Catalina Carreras, concretaron el alcance del desastre.

Quienes sí cuantificaron los daños sufridos fueron los vecinos. A Jesús, un tronco enorme le ha destrozado la terraza y le ha abierto grietas en la balaustrada. Tampoco tiene teléfono: los cables están por el suelo, entre ramas y fango. A Paloma González, otro pino le ha roto la valla protectora de su terreno. Por suerte, el tronco quedó frenado antes de impactar directamente contra su vivienda. Joan Mestre asegura que sigue sin suministro eléctrico y que se le ha echado a perder todo lo que tenía en el congelador. Fuentes de la empresa Fecsa-Endesa replicaron ayer que no tenían "ninguna incidencia abierta" como consecuencia de la nevada.

En el sector de Les Planes -integrado por los barrios de Mas Guimbau, Mas Sauró y Can Rectoret- viven unas 1.400 personas, según datos facilitados por el distrito. Los vecinos denuncian que la afectación ha sido general y exigen al Ayuntamiento de Barcelona que pode y tale los árboles. "Esta mala experiencia nos ha de servir para preocuparnos más por la arboleda", reconoció ayer Carreras. La concejal dijo que ha solicitado a las empresas el soterramiento de las líneas de luz y teléfono. "Pagamos los impuestos de Sant Gervasi, pero el barrio está muy dejado", se quejó Paloma González. Ocho brigadas de Parcs i Jardins trabajaban ayer en la zona para retirar los troncos que aún impedían el paso en algunas vías.