Los padres de la menor atropellada en Sevilla, imputados de asesinato

La juez María Dolores Sánchez imputó ayer formalmente de asesinato, con los agravantes de alevosía y ensañamiento, a Ricardo Suárez y a María Luisa Cortés, los padres de la niña atropellada levemente en la calle Isaac Peral de Sevilla por Gaspar García, un celador del hospital Virgen del Rocío que fue acribillado a tiros en su coche inmediatamente después del choque.

En el mismo acto, la juez que instruye los hechos dictó una orden de alejamiento contra Ángel Montoya, un tío de la menor que no podrá ir a Coria del Río (Sevilla), la localidad donde reside la familia de Gaspar García. Montoya se llevó, supuestamente, la furgoneta en la que huyó su cuñado, Ricardo Suárez, después de matar al celador.

Rafael Villegas, el abogado de la acusación particular, exigirá la responsabilidad civil subsidiaria del Ayuntamiento de Sevilla en este caso. Con tal propósito solicitó a la magistrada que investigue la participación del Ayuntamiento hispalense en el realojo de la familia de los acusados en un albergue de la Junta de Andalucía. El letrado señaló que, después de la supuesta participación de esta familia en un tiroteo que ocurrió días antes en el asentamiento chabolista de El Vacie, "no debieron ser alojados en un albergue juvenil para estudiantes". "Y en el supuesto de que no hubiera más remedio, tendría que haber sido con las medidas de precaución normales en este tipo de asuntos", añadió.

La juez tendrá que decidir en los próximos días sobre la petición de libertad provisional para María Luisa Cortés. Javier del Rey, su abogado, entiende que es desproporcionado mantenerla en prisión con el testimonio de un único testigo protegido que manifestó ante la policía que esta mujer impidió a la víctima bajarse del coche para auxiliar a la niña que acababa de atropellar. Los testigos protegidos serán citados en breve para prestar declaración ante la instructora.