El Gobierno de Francia rechaza la OPA mientras el magnate indio afirma que no recortará plantillas

El Gobierno francés mostró ayer abiertamente su rechazo por la oferta pública de adquisición (OPA) sobre Arcelor, después de que el ministro de Economía y Finanzas, Thierry Breton, recibiera en París a su presidente Lakshmi Mittal. Arcelor da trabajo a más de 29.000 personas en Francia y, según Breton, detras de la OPA no hay ningún "proyecto industrial". Mittal, por su parte, se apresuró a prometer que en ningún caso se producirá una reducción de puestos de trabajo.

El asunto se ha convertido en cuestión de Estado en Francia. El presidente, Jacques Chirac, se reunirá con el luxemburgués, Jean-Claude Junkers, para tratarlo. No está previsto que haya ningún representante español.

La OPA y el hecho de que Mittal sea un grupo originario de una de las economías emergentes de Asia, ha caído en Francia como un jarro de agua fría, pero a diferencia de las proclamas patrióticas que el pasado verano acompañaron al rumor de la adquisición de Danone por Pepsico, en esta ocasión el lenguaje del Ejecutivo francés ha sido mucho más pragmático. El ministro de Industria, François Loos, recordó que el consejo de Arcelor rechazó la OPA y anunció que le hará frente. "Es una historia de mucho dinero", dijo Loos, y puede durar mucho tiempo. Mittal valora Arcelor en 18.600 millones de euros, el 75% lo pagaría en acciones propias de su compañía y el resto en efectivo.

Las explicaciones de Breton tras reunirse con Mittal, fueron en el sentido de descalificar la operación del magnate indio. Del contenido de la entrevista, dijo, se deduce que no hay "ningún proyecto industrial encima de la mesa", ni siquiera información sobre la compatibilidad entre Mittal y Arcelor y "ningún análisis para saber si el grupo resultante de esa operación podría tener sistemas de gestión compatibles".

Lakshmi Mittal anunció ayer que esta semana se reunirá con los accionistas de Arcelor en España y Bélgica para convencerles de las ventajas de la operación y "negociar una fuerte presencia europea en el consejo".