El mejor alumno de Andalucía

La madre de Antonio Martínez Zamorano puede estar contenta con su hijo. Puede presumir sin problemas porque su vástago fue el mejor bachiller de Andalucía.

A finales de enero, la consejera de Educación, Cándida Martínez, entregó los 34 Premios Extraordinarios de Bachillerato correspondientes al curso pasado. Antonio, de 18 años, fue quien obtuvo la mejor puntuación en las pruebas. 38,50 puntos sobre 40.

Este chico cursó sus estudios en el Instituto de Educación Secundaria Mario López del municipio cordobés de Bujalance. Su impresionante media en los dos cursos de Bachillerato fue de 9,95 puntos. "Sólo en una asignatura no saqué un diez durante el Bachillerato (...) Fue en Educación Física", comenta este alumno ejemplar.

Para poder presentarse a los Premios Extraordinarios, que organiza la Consejería de Educación, se puso como único requisito que los aspirantes tuvieran una media igual o superior al 8,75 en los dos cursos de Bachillerato. Antonio, que nunca ha suspendido una asignatura en Primaria y Secundaria, la superaba con creces. Así que cuando sus profesores vieron publicada en el BOJA la convocatoria de los premios le animaron a presentarse.

El objetivo de este premio, según Educación, es "reconocer los méritos académicos, adquiridos y acumulados por los alumnos que han obtenido calificaciones excelentes a lo largo de los dos años de esta etapa educativa".

En octubre pasado, se sometió a los preseleccionados de toda Andalucía a unas pruebas selectivas. Los alumnos tuvieron dos horas para contestar los cuestionarios. El primer examen fue un comentario crítico de un texto filosófico y un análisis de un texto en la primera lengua extranjera cursada. El segundo fue otro comentario de un texto histórico y el desarrollo de un tema a elegir entre dos materias propias de la modalidad de Bachillerato cursadas por el alumno en el segundo curso.

Antonio dice que fue a las pruebas sin preparárselas específicamente. "Fui con lo que recordaba de lo que había estudiado para Selectividad (...) cuando llegué al examen y vi a la gente con folios para estudiar pensé que no lo conseguiría", explica.

Antonio recuerda que en Filosofía le preguntaron por Carlos Marx y en Historia por la Constitución de 1812. "La verdad es que fueron unos exámenes un poco más complicados que los de Selectividad". Una de las pruebas optativas que eligió fue sobre la asignatura de Música. Antonio, además de tener un expediente académico de excelencia, también cursa sexto grado medio de piano en el conservatorio.

El premio extraordinario de la Junta está dotado con 500 euros. Además, en el expediente académico de los 34 alumnos galardonados (uno de Almería; seis de Cádiz; seis de Córdoba; cinco de Granada; tres de Jaén; diez de Málaga; y tres de Sevilla), figurará esta distinción y podrán optar a la convocatoria nacional que organiza cada año el Ministerio de Educación y Ciencia.

En marzo del año pasado, el secretario general de Educación, Alejandro Tiana, entregó las distinciones correspondientes al curso 2002-2003. Entre los 15 alumnos de Bachillerato premiados, que se llevaron a casa 1.200 euros cada uno, había dos andaluces: Enrique José Jiménez Sánchez (Granada) y Eugenio Olmedo Peralta (Málaga).

Antonio ahora, más que pensar en exámenes para saber si es también el mejor bachiller de todo el país, está centrado en la carrera universitaria que acaba de comenzar. Estudia Lenguas Aplicadas Europeas en Granada, "una triple licenciatura en Español, Inglés y Francés". Dice que es la carrera con la nota de corte "más alta de toda Andalucía". Es pragmático cuando habla de su objetivo en la carrera: "No creo que busque tener el mejor expediente en la universidad... Durante el Bachillerato apreté porque quería una nota alta para entrar en esta carrera, pero ahora voy a ir en principio a aprobar".

Antonio ve su futuro profesional relacionado con el mundo de la enseñanza y la traducción. "Aunque no quiero abandonar la música". Confiesa que durante este año se tendrá que dejar algunas asignaturas del conservatorio. Pero no por pereza. Simplemente, no puede estar todavía en dos sitios a la vez.