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Columna
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Bienvenido

La política está cargada de símbolos, a veces hasta el hartazgo. En algunas ocasiones el propio gesto sustituye al contenido, trasladando a la práctica política las opiniones de McLuhan. El PP ha decidido empezar por Cádiz su recogida de firmas para pedir un referéndum .Tras las dudas iniciales el asunto ha quedado en algo simbólico, motivo por el cual es posible que se hayan decidido por la ciudad que vio nacer la primera Constitución española para reforzar el papel que se han asignado a sí mismos los dirigentes populares como garantes de las esencias constitucionales. Lo que ocurre es que tal sobreactuación hace un flaco favor al país por quienes se dicen defensores de la Constitución. La de Cádiz de 1812 se proclamó "reunión de los españoles de los dos hemisferios". Es decir, pretendía unir a millones de ciudadanos dispersos por el mundo. El PP, con su actuación, más que unir a los españoles, lo que consigue es dividirlos. Cuando el Gobierno negocia el desarrollo estatutario en Cataluña, el PP hace lo posible para que salga mal, con el único cálculo de mejorar sus expectativas electorales al objeto de volver a un gobierno del que piensan que han sido injustamente desalojados. Las milenarias calles de la ciudad acogerán a la comitiva popular donde se darán un baño de constitucionalismo moderno e histórico y una reiteración de nacionalismos semánticos. El acuerdo Más-Zapatero intenta resolver un problema de encaje institucional de Cataluña y poner fin a un vía crucis gubernamental .En términos generales parece un buen acuerdo que no va a afectar de manera negativa a Andalucía. Hasta es posible que la comunidad obtenga más recursos y gane en autonomía financiera. Pero en lo referente a inversiones es profundamente injusto fijar la aportación al PIB como elemento determinante. Supone establecer un baremo que lleva los recursos a donde hay más riqueza. Si la UE practicase una filosofía similar, España no habría recibido fondos estructurales sino que se hubieran ido a Francia, Alemania y Gran Bretaña. Una política redistributiva tiene que llevar la inversión a las zonas con menor desarrollo para que los que menos tienen mejoren sus perspectivas. Bienvenido pues Rajoy a Cádiz. Bienvenido a la ciudad de la libertad. Esperemos que la inmersión en la Constitución del 12 le lleve a ser más justo y benéfico.

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