"El PP no tiene deudas con los socialistas, las tiene con la sociedad"
El secretario general del PSE, Juan Carlos Prieto asegura que permitir la gobernabilidad de un PP en minoría en Álava, salvarle de la moción de censura presentada por el PNV y ahora pactar los presupuestos después de tres años de prórroga no hace al PSE acreedor de nada. "El PP no tiene deudas con el PSE", dice con vistas al escenario postelectoral de 2007. Un escenario en el que según Prieto va a calar el mensaje de que el PSE es un partido que llega a acuerdos; el PNV, sólo a veces, y el PP, nunca.
Pregunta. ¿Qué cambia en el PSE en septiembre para pasar del acuerdo imposible con el PP a abrir una puerta al pacto presupuestario?
Respuesta. Bueno eso se viene gestando desde que José Luis Rodríguez Zapatero llega a La Moncloa. Hay muchas ganas de pasar pagina a ocho años de sectarismo, de enfrentamientos y aislamiento, y de que el terrorismo esté rompiendo y dificultando las relaciones políticas entre diferentes. Algo cambia también la actitud política del PNV, mientras que el PP se queda en el pasado.
"Percibimos una política de moderación en el PNV, pero de forma paralela, de recuperación de la radicalidad en el 'lehendakari' Ibarretxe".
"Al no respaldar la moción de censura contra Rabanera, fuimos respetuosos con la elección de los ciudadanos alaveses"
P. Si ese es su análisis ¿por qué apoyar al PP en Álava?
R. No apoyamos al PP sino a los ciudadanos. El PNV más excluyente organizó las mociones de censura contra Rabanera, pero lo que quería era mandar a todo el constitucionalismo a casa. Al no respaldar la moción fuimos respetuosos con la elección de los ciudadanos. En consecuencia el pacto es muy potente económica y socialmente, pero no tanto en el plano político. Así se explica el acuerdo.
P. ¿Y cuánto hay de compensación para evitar una penalización electoral en Álava tras el pacto con el PNV?
R. El acuerdo con el PNV sí es político, y lo firmamos para cambiar el rumbo de la política. Para que Euskadi deje de ser una comunidad de guerra entre dos concepciones de la vida y de la política, entre la nacionalista y la constitucionalista. Hemos pretendido dar una oportunidad a la convivencia, para que el nacionalismo no esté abocado a entenderse sólo con los radicales. No es una compensación, es un mensaje de que cuando hay socialistas, el pacto es posible, cuando hay nacionalistas a veces y cuando hay populares, casi nunca.
P. ¿Entonces qué espera del PP en 2007 tras las elecciones municipales y forales?
R. El PP puede estar tranquilo. No nos debe nada, se lo debe a la sociedad. Y se lo debe a ella porque a pesar de que le confió la gobernabilidad, en Álava y en el resto de España, ahora está contra toda esa sociedad. Está contra los que tienen una idea diferente de la religión, de sus opciones sexuales, o de los derechos civiles. De quienes tienen una idea diferente del país, de las comunidades autónomas o de sus sentimientos de identidad. En definitiva, están contra toda la sociedad. Ese es el PP, un partido imposible al que con sus declaraciones se ha sumado el golpista Tejero como el último aliado de los Acebes y de los Zaplana. Ese PP no tiene ningún débito ni en Álava ni en ningún rincón de España con los socialistas, el débito lo tiene con la sociedad, con la democracia, con la libertad y con la unidad de los ciudadanos.
P. ¿Aprecia tendencias más favorables ahora para acuerdos de largo recorrido con el PNV?
R. Es muy pronto para ese escenario. Percibimos una política de moderación en el PNV pero de recuperación de la radicalidad en el lehendakari, Juan José Ibarretxe, por ejemplo. El PNV necesita clarificarse. El PP en este mismo momento está en una situación imposible.
P. Pero usted, de pactar, lo haría con el PNV de Álava.
R. La dirección del PNV, [Juan José] Guerenabarrena, está claramente en el pasado. Pero hay otros con los que hablo que piensan más en el futuro.
P. ¿Se refiere al portavoz de la Diputación alavesa, Álvaro Iturritxa?
R. Me puedo referir a él y a algunos más. Veo que hay gente que mira hacia delante, pero Guerenabarrena piensa en el pasado. Creo que sus duras declaraciones tras nuestro pacto presupuestario con el PP se deben a que está verdaderamente molesto por ello, pero no así por el pacto que firmamos con su propio partido. Ese no puede criticarlo.
P. No lo ve claro pero usted, por si acaso, como diría un jugador, cubre todas las apuestas.
R. La dialéctica crítica es un efecto colateral. Lo que hacemos es poner al PSE como el referente de un partido que, sin perder su identidad socialista y solidaria, acuerda con todos para que la sociedad avance y se desarrolle. No se trata de hacer una sopa de siglas, sino del mayor número de acuerdos para los ciudadanos. Se trata de financiar mejor a los ayuntamientos, de conciliar la vida familiar y la laboral, de que tengan la mejor estación de autobuses, o de complementar los salarios de los que están por debajo del salario mínimo, y de tener las mejores residencias de estancias cortas en barrios.
P. ¿Es posible hacer una residencia de ancianos por barrio?
R. En este presupuesto incorporamos 1,3 millones para levantar una residencia para la tercera edad de 40 camas, con centro de día, posiblemente para la zona de Lakua. Es la primera experiencia de pequeña residencia de barrio que en sucesivos presupuestos iremos ampliando a otros barrios. Se trata de seguir siendo el número uno en asistencia tras la mala gestión que se ha hecho el PP de algunos recursos.
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