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Reportaje:

Duelos con acento aeroespacial

Las principales batallas comerciales entre EE UU y Europa se dirimen en el aire

La historia de las rivalidades comerciales entre Estados Unidos y la Unión Europea, como la que se sugiere ahora con el buscador Quaero, no es nueva. Surge prácticamente con la gestación del mercado común en el viejo continente, pero ha sido durante los últimos años cuando ha adquirido carta de naturaleza. Esta misma semana, uno de los principales iconos de la globalización made in USA plegaba velas y anunciaba sus intenciones de someterse a los requerimientos de la Comisión Europea.

Ésta no se dejó engañar a finales del pasado año con promesas y aperturas parciales, y a golpe de multa y amenazas (dos millones de euros diarios de penalización) ha conseguido finalmente abrir el corazón de Microsoft y obligarle a mostrar los encantos de su joya de la corona: el sistema operativo Windows.

Honeywell y GE, Boeing y Airbus, y los sistemas de navegación por satélite GPS y Galileo, enfrentan a empresas de uno y otro lado del Atlántico
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También a finales del pasado año, el Tribunal de Primera Instancia de la UE dio la razón a la Comisión Europea por el veto a la fusión de Honeuywell y General Electric (GE) planteado en 2001. Jack Welch, presidente de GE en aquellas fechas próximas a su jubilación, con la compra de Honeywell por 47.000 millones de dólares (40.000 millones de euros), quería dejar el legado de una industria aeroespacial estadounidense capaz de facturar 20.000 millones de dólares anuales, pero según los tribunales europeos se creaba una entidad capaz de obstaculizar la competencia en diversos sectores.

Y ha sido precisamente en este sector donde han cabalgado los dos caballos de batalla más importantes de este enfrentamiento comercial entre europeos y estadounidenses: el duelo entre los fabricantes de grandes aviones comerciales Boeing y Airbus y el de los sistemas de navegación por satélite Global Positioning System (GPS) y Galileo.

El 28 de diciembre era lanzado desde el cosmódromo de Baikonur en Kazajstán el satélite GIOVE-A (Galileo In-Orbit Validation Element) a bordo de un cohete Soyuz-Fregat. La primera unidad de pruebas de la constelación del sistema de satélite europeo de navegación mundial, Galileo. Una iniciativa conjunta de la Comisión Europea y la Agencia Espacial.

La constelación completa de 30 satélites, diseñados específicamente para uso civil, ofrecerá a los ciudadanos y usuarios de instituciones de Europa servicios avanzados de posicionamiento y control de tiempo globales, con gran precisión, disponibilidad e integridad, y con una señal garantizada.

El programa, cuyo desarrollo supera los 3.500 millones de euros y en el que España acapara alrededor del 10%, es una respuesta directa al monopolio que disfrutará hasta su entrada en funcionamiento, en torno al año 2010, el sistema actual de Estados Unidos (GPS), de origen y titularidad militar y menos desarrollado tecnológicamente.

Las dificultades, barreras y zancadillas que ha tenido que superar Galileo hasta su puesta en órbita han sido muchas. Tanto de carácter interno como por parte estadounidense, aunque tras largas negociaciones se llegó a un punto de encuentro y se impuso un acuerdo para hacer compatibles ambos sistemas.

Con los aviones comerciales, sin embargo, no ha sido posible este encuentro. Boeing acusa a Airbus de estar recibiendo ayudas públicas en el desarrollo de sus programas, y el fabricante europeo, por su parte, denuncia el apoyo que Boeing recibe por parte de la Administración de Estados Unidos en la financiación de programas militares con aplicaciones civiles y las subvenciones fiscales a las exportaciones.

Tras muchos tiras y aflojas y constantes amenazas de denuncias internacionales, ambas partes se verán las caras en el ámbito de la Organización Mundial de Comercio (OMC) a partir del próximo mes de marzo, para lo que ya se han constituido los correspondientes paneles -comités de expertos.

La primera vista, planteada por Estados Unidos frente a la Unión Europea, se celebrará el 13 y 14 de junio, y la correspondiente a la denuncia de la Unión Europa, el 27 y 28 de ese mismo mes. Previamente, a mediados de marzo y mayo se realizarán las presentaciones por escrito y las exposiciones de sus argumentos.

En el primer caso, el panel de expertos, en el que no puede haber miembros de las nacionalidades implicadas, está presidido por Carlos Pérez del Castillo, anterior embajador de Uruguay en la OMC. En cuanto a la demanda europea, estará presidida por Marta Ramírez de Rincón, ex ministra de Comercio de Colombia.

Lanzamiento de un satélite Galileo desde Kazajstán.
Lanzamiento de un satélite Galileo desde Kazajstán.AP

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