Chris Penn, actor

El actor estadounidense Chris Penn, hermano menor del popular Sean Penn, fue encontrado muerto en su casa de Santa Mónica, California, el pasado martes día 24. La policía halló su cadáver tras recibir la llamada de un vecino e informó de que las causas de la muerte se determinarán tras conocer todos los resultados de la autopsia que le fue practicada.

Penn, que contaba sólo con 40 años, ha quedado en la memoria de todos los aficionados como un actor potente y prolífico, cuya prematura muerte ha causado una seria conmoción en el entorno hollywoodiense. Deja pendientes de estreno tres películas, una de las cuales, The Darwin awards, se ha estrenado esta misma semana en el Festival de Cine de Sundance.

Chris Penn nació el 10 de octubre de 1965 en Los Ángeles y se crió en una familia dedicada al mundo del espectáculo, lo que hizo que su futuro profesional se decidiese casi de manera obligada. Su padre, Leo Penn, es director de televisión, mientras que su madre, Eileen Ryan, también es actriz y en los últimos años se la ha podido ver en filmes como Magnolia (1999) y El juramento (2001), dirigida por su hijo Sean, quien es para buena parte de los aficionados uno de los actores más relevantes del momento.

Precisamente, la trayectoria de Chris Penn se ha desarrollado inevitablemente cercada por la sombra de su hermano, pero Chris interpretó un buen puñado de excelentes películas, en especial en la década de 1990, e incluso fue premiado en el Festival de Venecia con la prestigiosa Copa Volpi al mejor actor, en el año 1996, por su trabajo en El funeral, a las órdenes del controvertido Abel Ferrara.

Chris Penn comenzó su andadura como actor interpretando pequeños papeles en producciones televisivas y una de sus primeras apariciones en la gran pantalla llegó de la mano de Francis Ford Coppola, quien le ofreció un personaje episódico en su recordada La ley de la calle (1983).

Desde entonces, la carrera de Penn abarca más de 50 películas, y si bien es cierto que muchas de ellas son fácilmente olvidables, su poderosa presencia física, que de modo inevitable lo encasilló un tanto en papeles violentos y agresivos, ya se hizo notar en sus películas juveniles, comedias para adolescentes como La clave del éxito (1983) y Footloose (1984).

Pero Penn cambió pronto de registro, en especial a raíz de su convulso trabajo en Hombres frente a frente (1986), un violento thriller dirigido por James Foley, única ocasión en que compartió pantalla con su hermano Sean.

Su gran oportunidad le llegó en 1992, cuando Quentin Tarantino lo recluta para formar parte del amplio reparto de su explosivo debut como director, Reservoir dogs. Un filme en el que la electricidad que parecía desprenderse en todas las interpretaciones de Penn se hacía aún más patente. Pocos aficionados habrán podido olvidar su ardorosa interpretación del desatado Eddie Cabbott, con la que lograba que los espectadores permaneciesen sin aliento, agigantando un personaje en principio poco relevante.

Penn se prodigó desde entonces en muchas películas mediocres, espectáculos de acción o simples obras de consumo rápido; sin embargo, en un solo año, 1996, el actor hizo emerger en el cine estadounidense tres espléndidas interpretaciones en sendos filmes como Mullholand Falls: la brigada del sombrero, de Lee Tamahori; el contundente El funeral, su mayor logro artístico, premiado en el Festival de Venecia, y el deslumbrante Vidas cruzadas, en la que el gran Robert Altman exprimía el talento de un actor tan vigoroso como sincero.-