Canadá votó ayer con sondeos que daban la victoria a los conservadores

Más de 22,5 millones de canadienses -de una población de 32 millones- estaban ayer convocados a las urnas con unos sondeos que hasta el último momento pronosticaban la victoria del Partido Conservador, liderado por Stephen Harper. En caso de confirmarse los diez puntos de margen concedidos por las encuestas, los conservadores no superarían la barrera del 40%, lo que desembocaría en un Gobierno minoritario, como el actual del primer ministro liberal Paul Martin, respaldado por 133 de los 308 parlamentarios de la cámara de Ottawa. Los conservadores tienen 98 escaños, el Bloc Québécois 53 y la izquierda del Nuevo Partido Democrático (NDP), 18; hay cuatro independientes y dos escaños vacantes.

Con el cansancio político después de doce años de Gobierno y el efecto producido por varios escándalos de corrupción, los conservadores lograron, a mitad de la campaña electoral, dar un salto adelante. Harper, un economista de 46 años, nacido en Toronto pero formado en el oeste del país y que logró en 2003 la fusión de los dos partidos de la derecha de Canadá, se ha comprometido a bajar impuestos sin recortar los programas sociales y a no rectificar las políticas sobre el aborto y los matrimonios homosexuales. El líder conservador, que también ha adoptado puntos de vista más flexibles hacia Quebec y los nacionalistas, cerró su eficaz campaña prometiendo "un nuevo Gobierno que limpie la corrupción y devuelva la autoexigencia y la integridad a Ottawa". El liberal Paul Martin, de 67 años, ha intentado hasta el final explotar los argumentos que le dieron la victoria en 2004: "Tenemos un partido" -dijo el domingo, refiriéndose al Conservador-"que quiere llevar este país hacia la derecha, más a la derecha que el movimiento conservador de EE UU".

Pero el descontento de los votantes liberales es real, y sus apoyos no sólo pueden irse hacia los conservadores, sino hacia la izquierda. Jack Layton, líder del NDP, ha centrado toda su campaña en denunciar los escándalos del Gobierno y ha querido situarse como alternativa frente a Harper, dando políticamente por muerto a Martin. Con unos sondeos que le dan cerca del 20% de los votos, Layton ha dicho que en esta ocasión no va a funcionar el mecanismo que permitió la victoria liberal de 2004 y que los liberales van a sufrir una derrota histórica.