Bienvenida en burra y despedida en coche

Tradición y modernidad se dieron ayer la mano en Orihuela con motivo de la toma de posesión de Rafael Palmero como nuevo obispo de la diócesis Orihuela-Alicante. El nuevo prelado cumplió a rajatabla con el ritual católico y llegó a la ciudad -por la puerta de la Olma, junto al colegio Santo Domingo- al filo de las 17.00 a lomos de una burra blanca. Su antecesor, Victorio Oliver, que ocupó el cargo desde 1996, hizo lo propio, pero su despedida ha estado más en consonancia con los tiempos modernos. El ahora obispo emérito de Alicante deja la prelatura a bordo de un turismo (con teléfono de manos libres incluido) valorado en 20.000 euros, fruto de una colecta impulsada por los párrocos de la diócesis.

En su toma de posesión, Palmero estuvo arropado por 50 altos cargos de la jerarquía católica española, entre ellos, el Nuncio Apostólico, Monteiro Castro. Palmero, hasta ahora obispo de Palencia, se convierte en el 35º prelado de la diócesis Orihuela-Alicante. Este episcopado es uno de los más extensos de España y abarca una población total de casi un millón y medio de personas.