El PSPV de Alicante da marcha atrás y votará contra el plan Rabassa
Blas Bernal y Ángel Franco pierden el pulso que mantenían con PlaEl proyecto de Rabassa deja de ser un argumento de enfrentamiento interno en el PSPV
Blas Bernal, portavoz del grupo socialista en el Ayuntamiento de Alicante, en la oposición, anunció ayer que su grupo votará contra el plan Rabassa, una urbanización de 4,2 millones de metros con 15.000 viviendas en la periferia de Alicante. El apoyo inicial de Bernal y de Ángel Franco a este proyecto del PP desencadenó una grave crisis en el socialismo alicantino que se sustanció con la disolución de la dirección local y la designación de una gestora.
Bernal, que llevaba nueve meses defendiendo este proyecto pese al rechazo de la dirección del PSPV, que reiteradamente le había pedido una rectificación, convocó ayer por teléfono a todos los concejales del grupo socialista: "Reunión urgente y muy importante sobre Rabassa".
A las diez de la mañana, el portavoz explicó a los concejales que el gobierno local, del PP, le había comunicado que no tenía previsto abordar este mes las alegaciones al plan -los socialistas condicionaron la aprobación definitiva de Rabassa al visto bueno a sus alegaciones- y que él entendió esa respuesta como una maniobra de dilación. Aseguró que el equipo de gobierno ha tenido tiempo y medios para responder a las alegaciones, por lo que propuso a los ediles adoptar por unanimidad la decisión de dar por no contestadas las enmiendas al plan y votar en contra del proyecto.
Según Bernal, el PP, con su "maniobra de dilación", pretende "desgastar a los equipos de la oposición", y el PSPV "no está dispuesto ni a avalar ni a consentir esto". A continuación, Bernal abrió el turno de palabras, pero no se registró ninguna intervención y el rechazo al plan se aprobó por unanimidad.
Luego Bernal convocó a los medios y agregó que en su decisión ha pesado el rechazo de la dirección del PSPV al plan Rabassa y también el hecho de que el proyecto haya sido objeto de críticas duras de la Unión Europea. "El grupo ha decidido votar en contra e instar al PP a asumir su responsabilidad", porque "esto lo parió el Partido Popular y esto que lo resuelva el PP con su mayoría absoluta".
Antes de rectificar públicamente, Bernal comunicó su decisión a la dirección del partido en Valencia. El líder del PSPV, Joan Ignasi Pla, que ha advertido repetidamente a los concejales socialistas en Alicante de que debían retractarse de su apoyo al proyecto urbanístico planteado al margen del plan general, mantuvo una conversación telefónica con Bernal.
Ambos se congratularon de la decisión.
El alcalde, el popular Luis Díaz Alperi, optó por el silencio tras conocer el radical cambio de posición de los socialistas. Con todo, el plan ya está aprobado provisionalmente. Sin embargo, hay abierto un proceso extraordinario de alegaciones. En ese proceso, los socialistas votarán a favor de la retirada del plan.
El apoyo inicial de Blas Bernal y de Ángel Franco a este proyecto, cuando a causa de la división interna en el PP alicantino peligraba su aprobación, desencadenó una grave crisis en el socialismo local que se sustanció con la disolución de la dirección local y la designación de una gestora presidida por el senador Antonio García Miralles.
La dirección federal del PSOE dejó bien claro, el pasado fin de semana en Valencia, que quien respaldara el plan Rabassa quedaría fuera del partido. Esa advertencia cercenaba completamente las aspiraciones de Bernal y Franco a mantener el control de la organización local de los socialistas. Ayer surgieron un puñado de interrogantes y también un buen número de interpretaciones a la decisión ¿Por qué el rechazo ahora y no hace unos meses, cuando la dirección del PSPV ordenó al grupo que rectificara?El portavoz del grupo socialista municipal, Blas Bernal, y el concejal Ángel Franco han rectificado ante la advertencia de las direcciones federal y nacional de que serían expulsados del partido. Tras dejar correr unos días desde la conferencia política de los socialistas en Valencia, a la que asistieron ambos ediles y en la que el secretario de organización del PSOE, José Blanco, llegó a invitar al que no crea en la victoria en 2007 a "que se borre", Bernal optó ayer por ceder ante el pulso con Pla.
No es la primera advertencia. Tras analizar el conflicto en una ejecutiva, el secretario de política municipal del PSPV-PSOE, Antoni Such, hizo el pasado 4 de noviembre una petición expresa de oposición al fondo y al proyecto global del plan Rabassa, sin esperar a que las alegaciones fueran resueltas. El propio secretario general de los socialistas valencianos, Joan Ignasi Pla, ha sido terminante en este sentido al señalar que no estaba dispuesto a ser permisivo y confirmar: "Llegaremos hasta el final en el rechazo a Rabassa".
Pese a todo, Bernal manifestó ayer que sigue "creyendo en la necesidad de viviendas protegidas en Alicante", argumento que empleó desde el primer momento para apoyar el plan Rabassa. "Lo creía antes y así venía en el programa electoral". Desde su punto de vista, su planteamiento es "nítido y claro", pero precisó: "Es la hora de que el PP asuma su responsabilidad".
A partir de ahora, Rabassa deja de ser un argumento de enfrentamiento interno en el PSPV, aunque probablemente el pulso interno continuará.
Aunque dijo que es partidario de celebrarla antes de los comicios de 2007, el presidente de la gestora del PSPV, el senador Antonio García Miralles, declaró ayer que "no hay prisa" para elegir una nueva dirección local del partido, suspendida tras la dimisión el pasado de su secretario general, Juan Antonio Román, precisamente por su discrepancia con el apoyo del grupo municipal al plan Rabassa.
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