Un hostelero denuncia la celebración de bodas en un centro social de Jaén

Un hostelero de Albanchez de Mágina (Jaén) ha denunciado la "persecución y competencia desleal" del Ayuntamiento, que preside el socialista Eufrasio Ortiz, por la utilización del centro social para celebrar bodas, bautizos, comuniones y otras reuniones. El abogado del empresario ha presentado una reclamación previa donde pide al Consistorio una indemnización de 30.000 euros por daños y perjuicios.

La reclamación es un paso previo a una querella criminal por prevaricación por entender que el alcalde, que ayer se justificó en "el interés general del pueblo", ha desoído varias resoluciones judiciales donde le piden que cese en su actividad.

El empresario Gabriel Navarrete Ruiz, que regenta un restaurante y un salón de bodas en la localidad (1.500 habitantes) de la comarca jiennense de Sierra Mágina, lleva varios años litigando con el Ayuntamiento para que cese lo que él entiende como "persecución, intrusismo y competencia desleal".

En concreto, su lucha se remonta al año 1996, cuando el Ayuntamiento empezó a ceder gratuitamente el centro social para la celebración de bodas. Una resolución de la Sala de lo Contencioso del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) del año 2003 obligó al Ayuntamiento a suspender la cesión del edificio municipal por no existir contrato de arrendamiento ni el correspondiente concurso público.

Sin embargo, lejos de resolverse el conflicto, el actual alcalde, Eufrasio Ortiz Muñoz, aprobó en 2004 una ordenanza municipal en la que se establecía la cesión del centro social cobrando un precio público a los solicitantes. Esa ordenanza también fue impugnada por el hostelero Gabriel Navarrete, y el Juzgado de lo Contencioso número 2 de Jaén ordenó la suspensión de la actividad. La sentencia fue recurrida por el Ayuntamiento, aunque el empresario logró que se admitiese la ejecución provisional de la misma.

El alcalde de Albanchez de Mágina se escudó ayer en el "interés general" para justificar la postura del Ayuntamiento. "Mientras encuentre un resquicio legal seguiré luchando para que las bodas se hagan en el centro social y no se tengan que hacer fuera del pueblo", señaló Ortiz.

Taller de confección

A su juicio, el salón de bodas de Navarrete tiene un aforo máximo de 170 personas, lo que, a su juicio, fuerza a casi todas las parejas que se casan (cada año se celebran en torno a siete bodas) a celebrar el convite en otros municipios. La última boda celebrada fue el pasado 9 de julio -un día antes se recibió una resolución judicial en sentido contrario-, aunque en diciembre tuvo lugar otra celebración con motivo de la Fiesta de la Aceituna. Según el alcalde, el Ayuntamiento está devolviendo el dinero cobrado a las parejas que habían solicitado la cesión del centro social.

Sin embargo, la reclamación previa presentada por el letrado de Gabriel Navarrete, que ultima una querella criminal por prevaricación contra los responsables municipales- sostiene que, lejos de cesar en su actitud, el Ayuntamiento ha autorizado en los últimos meses a una empresaria de la localidad -esposa de un concejal del PP- la celebración de bodas en un antiguo taller de confección, que "carece de cualquier requisito sanitario, de seguridad e higiene, administrativo o de aforo", según el letrado de Navarrete.

En el local de Confecciones Alba se han celebrado varias bodas a pesar de las advertencias en sentido contrario de la Delegación de Salud y del Servicio de Juego y Espectáculos Públicos de la Junta de Andalucía en Jaén, que incluso instó a la Policía Local a inspeccionar el local.

El alcalde señala que en este caso el Ayuntamiento ha actuado "conforme a los informes favorables de los técnicos" y niega cualquier connivencia con la empresaria que regenta ese local para perjudicar a Navarrete. Por el contrario, el pasado 10 de octubre sí que se tramitó un acta de denuncia contra el local de Gabriel Navarrete por celebrar una boda con 250 personas, cuando su aforo máximo permitido es de 170, una versión que niega el empresario afectado. El alcalde asegura, no obstante, que a esa denuncia no se le ha dado curso. El enfrentamiento entre el hostelero y el Ayuntamiento está generando tensiones en la pequeña localidad de la comarca de Sierra Mágina.