Imaz condiciona su apoyo a Batasuna a que Otegi apueste por las vías políticas

El presidente del PNV, Josu Jon Imaz, dejó claro a Batasuna -con quien se reunió ayer junto a Íñigo Urkullu para escuchar de primera mano lo que iban a decir en el acto de Barakaldo- la condición básica para que el PNV pueda a acompañarles en una respuesta a la decisión de la Audiencia Nacional de prohibir su congreso y suspender sus actividades como partido: que hagan pública una posición "clara y nítida" en favor de la política y de los derechos humanos básicos desde su "autonomía política".

La condición peneuvista dificulta una respuesta unitaria de los partidos nacionalistas y de Ezker Batua en clave de defensa de los derechos civiles y políticos, ya que de las entrevistas mantenidas ayer por separado entre dirigentes de Batasuna y responsables del PNV, EA y de EB no se desprende que la formación ilegalizada fuera a dar ese paso de gigante en el mitin previsto para el sábado en Barakaldo.

Fuentes presentes en el encuentro entre EB y Batasuna indicaron que la idea de la izquierda abertzale en ese acto era la de profundizar, aunque de manera genérica, en la vía abierta en el acto de Anoeta de noviembre de 2004. El máximo responsable del PNV también aseguró, antes de la reunión con Otegi, Joseba Permach y Pernando Barrena, que no espera grandes novedades en el discurso de Batasuna. De hecho, en la entrevista con EB no se habló de ninguna manifestación de protesta y la única dirigente que no descartó "una expresión popular masiva en favor de los derechos políticos y civiles" fue la presidenta de EA, Begoña Errazti.

"No lo esperábamos"

Antes del encuentro, Imaz fue especialmente duro con la decisión del juez Fernando Grande-Marlaska, al que incluyó, junto al presidente del Tribunal Supremo, Francisco José Hernando, entre los sectores judiciales que "actúan desde impulsos políticos". Para el presidente del PNV, la decisión de la Audiencia Nacional, tribunal que calificó de "excepción", era una "muy mala noticia" que sólo sirve para "obstaculizar un proceso de paz". Una decisión judicial que además "vulnera" derechos fundamentales como los de reunión, asociación y expresión.

Hay otro dato que ha quedado también claro en los encuentros mantenidos ayer entre Batasuna, PNV y EA (por separado por la mañana) y con EB (a primera hora de la tarde): Batasuna ha admitido a sus interlocutores que "no se esperaban esta respuesta del Estado" ante su congreso y que no tenían un plan b para el acto de Barakaldo, que pese a todo seguían manteniendo, a falta de tomar la decisión definitiva. Ayer, el diario Gara incluía una publicidad del acto en el recinto ferial del BEC, aunque sin la firma de Batasuna. El presidente del BEC, el diputado general de Vizcaya, José Luis Bilbao (PNV), anunció que no lo alquilará a Batasuna.