Torrelles pide la clausura de un centro de acogida de menores inmigrantes

El Ayuntamiento de Torrelles de Llobregat aprobó el pasado lunes una moción de urgencia en la que solicita la clausura de un centro de acogida de menores inmigrantes instalado en el municipio porque, asegura, los internos han originado problemas de inseguridad ciudadana. El consistorio denuncia que el centro se puso en marcha a mediados de diciembre sin que la Generalitat advirtiera de ello a la Administración local. Desde entonces, afirman en el consistorio, "se han producido diversos incidentes que han creado la alarma entre los vecinos".

En la moción traslada su malestar a la Dirección de Atención a la Infancia. La directora de este organismo, Imma Pérez, se reunió ayer con la alcaldesa de Torrelles, Glòria Matas (ERC), a la que "pidió excusas" por el procedimiento de apertura del centro, según un portavoz del Departamento de Bienestar y Familia, dirigido por Anna Simó, también de Esquerra Republicana.

El centro se ha instalado en la casa de colonias Can Mas, dedicada a alojar a grupos de menores acompañados de monitores. Desde hace un mes funciona como lugar de acogida de urgencia de jóvenes de 12 a 18 años que acaban de llegar a España y no tienen familia. El equipamiento atiende a 29 jóvenes, a los que ofrece cobijo y formación básica mientras Bienestar y Familia determina cuál es su mejor destino.

Emplazamiento nuevo

En el verano pasado, Bienestar abrió un centro provisional en Vidreres para dar respuesta al alud de menores no acompañados. Sin embargo, la falta de calefacción y el frío de diciembre obligó a toda prisa a trasladar el centro a otro emplazamiento provisional, esta vez en Torrelles.

El equipo de gobierno de Torrelles señala que no se tuvo conocimiento de las nuevas actividades de Can Mas hasta el 31 de diciembre, tras una reunión con la Dirección de Atención a la Infancia. Los responsables de Can Mas afirman que los incidentes a los que se refiere el equipo de gobierno se han producido en el interior del complejo con los propios monitores, y no han repercutido en la población. Sin embargo, cada vez que ocurre algo los responsables de las instalaciones avisan a la Policía Local, que debe personarse muy a menudo en el lugar. La moción que solicita el cierre del centro fue aprobada por los partidos que forman el equipo de gobierno (PSC, ERC y los independientes Agrupació Independent Poble), mientras que Poble i Progrés y un concejal de ICV-EUiA votaron en contra. La concejal de CiU, Cesca Vendrell, también en la oposición, no pudo votar por tratarse de parte implicada, ya que es la administradora de Can Mas.

La oposición critica que el equipo de gobierno haya encabezado las críticas a una instalación "antes de que se haya recibido una sola instancia de las entidades cívicas del municipio" contra el nuevo equipamiento.