La formación 'abertzale' pide ayuda al Gobierno vasco

Batasuna recibió con "indignación" el auto del juez Grande-Marlaska. Arnaldo Otegi, portavoz de la formación independentista, calificó de "muy grave" la decisión, porque supone que el PP ha ganado "el pulso" que ha mantenido con quienes "apuestan por la paz y la solución del conflicto vasco". El dirigente abertzale acusó al Gobierno socialista de no querer o no poder impedir que los sectores nucleados en torno al PP saboteen los intentos de abrir un proceso de paz en Euskadi, y anunció una reunión hoy mismo con dirigentes del PNV, EA, EB (los tres partidos del Gobierno vasco) y Aralar para "articular una respuesta conjunta, democrática y contundente".

- El Gobierno respeta y acata. El Gobierno central expresó su respeto y acatamiento, "como no podía ser de otra forma", por la decisión del juez Grande-Marlaska. Previamente, la vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, había reiterado que Batasuna es un partido "inexistente, ilegalizado por el Supremo al amparo de la Ley de Partidos", y que, por tanto, correspondía pronunciarse al Poder Judicial. El PSOE expresó su "satisfacción", y añadió que los Ejecutivos central y vasco harán cumplir la ley.

- Ibarretxe cumplirá la ley. La portavoz del Ejecutivo vasco, Miren Azkarate, manifestó: "Independientemente de lo que digan los jueces, cuyas resoluciones a este respecto parecen en demasiadas ocasiones tomadas más por impulsos políticos que por razones jurídicas, el Gobierno vasco ha cumplido y cumplirá siempre la ley, aunque no nos guste".

- El PP se felicita. El portavoz del PP, Eduardo Zaplana, se felicitó de la "excelente noticia", y añadió que con ella el presidente y el fiscal general han quedado desautorizados. "El juez ha dado la razón a los que manteníamos que era un acto ilegal que debía ser prohibido en base a la ley. El fiscal se ha visto arrastrado en todo este proceso y vamos a solicitar que comparezca en la Cámara para que explique su actuación".

- IU: derecho de reunión.

Gaspar Llamazares señaló que su partido acata el auto, aunque le hubiera gustado que prevaleciera el derecho de reunión sobre las medidas de suspensión. Ezker Batua, la federación vasca de IU, cree que la suspensión "viola derechos fundamentales, como la libertad de expresión y de reunión" y responde a "presiones de los poderes fácticos".

- Aralar, por el desacato. Patxi Zabaleta instó al Gobierno vasco a que llegue "hasta la desobediencia civil" para tolerar la actividad de Batasuna y que la Ertzaintza se limite a informar a la justicia de lo que ocurra en el acto de Barakaldo.