PP y PA abandonan la ponencia del Estatuto por las "sospechas" de agravio con Cataluña

El PP y el Partido Andalucista abandonaron ayer la ponencia de reforma del Estatuto andaluz por los "indicios" y "sospechas" de sus dirigentes de que están "aflorando" avances en la negociación de la propuesta estatutaria catalana que suponen "una gravísima discriminación para Andalucía". El plante lo inició el PA nada más comenzar la reunión de ayer y el PP, que siempre ha defendido frenar los debates hasta conocer el resultado final del Estatuto catalán, le siguió al rebufo. PSOE e IU siguieron trabajando como si nada. El socialista Manuel Gracia calificó el hecho de "farsa".

Los argumentos facilitados ayer por el PA y el PP para justificar su abandono temporal de los trabajos de la ponencia no tienen nada que ver con los contenidos del borrador del Estatuto andaluz, sino con las negociaciones entre el Gobierno central y los partidos de Cataluña sobre la reforma catalana, según admitieron.

Los ponentes estaban citados a las 10 de la mañana para iniciar la segunda lectura del borrador del texto. La cita comenzó a las 10.15 y 45 minutos más tarde el PA convocó urgentemente una conferencia de prensa.

Los ponentes Ildefonso Dell'Olmo y Antonio Moreno -que dijeron actuar con el "mandato" expreso de su secretario general- blandieron unas declaraciones del ministro y primer secretario del PSC, José Montilla, las cuales había que buscarlas al final de las crónicas políticas. Según Dell'Olmo, cuya fuente de información son los medios de comunicación, el líder catalán dio por hecho que la denominación de nación figurará en el preámbulo catalán y que "no lo tendrán otras comunidades". Este diputado afirmó que las señales de alarma se encendieron cuando el presidente Manuel Chaves negó que esa denominación se vaya a incluir en Andalucía.

Los andalucistas, que se arrogaron la "responsabilidad histórica" de impedir "un consenso a la baja", también argumentaron contra los "indicios" y las "sospechas" de que puede haber acuerdo en materia de financiación y de competencias con los partidos catalanes que podrían suponer "la ruptura de la equidad". Dicho esto, Dell'Olmo reconoció que el PA pretendía dar la campanada -"un gesto de atención", dijo- para impedir que "Andalucía se le adjudique un papel subsidiario".

"No firmaremos"

Ante lo intangible de sus protestas, Dell'Olmo pidió al presidente de la Comisión de Desarrollo Estatutario y portavoz socialista, Manuel Gracia, "los documentos" que el Gobierno central maneja en sus negociaciones con el cuatripartito catalán. Y hasta en tanto no tenga esos papeles "imprescindibles", el PA "no puede continuar en el trabajo de la ponencia". "Ni firmamos ni firmaremos [la proposición de ley de reforma]", concluyó. Todo esto lo dijo Dell'Olmo después de que en otras sesiones llamara "troglodita" al PP por su inmovilismo y acusara a los populares de "poner pedruscos" en el camino para parar los trabajos. Su intervención, además, estuvo plagada de afectadas frases como la siguiente: "A estas horas está pasando el 28 de febrero".

El PP siguió la estela de los andalucistas, pese a que rechaza el término nación, no está de acuerdo con la financiación acordada por PSOE e IU en la ponencia ni con el bloque de competencias al que contribuyó el PA. Los populares, que negaron actuar coordinadamente con los andalucistas, sí admitieron que ha habido una "coincidencia de posicionamientos". También abandonaron los trabajos hasta que el PSOE les dé "garantías de que no se va a producir ninguna discriminación de Andalucía" por las supuestas "cesiones" del Gobierno central a Cataluña. El PP pidió un "aplazamiento" de la ponencia porque es "imprescindible" que estén los cuatro grupos, dijo su portavoz, Antonio Sanz, quien no aclaró cuánto tiempo van a estar ausentes. "En ningún momento el PP se plantea abandonar la ponencia", comentó Sanz, aunque a renglón seguido añadió: "Ha llegado el momento de plantarse, de decir basta al ataque a Andalucía".

El PP defiede que es preferible esperar al final de la tramitación de la propuesta catalana antes de presentar la proposición andaluza, pero siempre ha evitado ser el primero en salirse de los trabajos por el ancla enorme que arrastra como heredero de la derecha que se opuso a la autonomía plena para Andalucía. Si la reforma se para es casi imposible que esté aprobada en esta legislatura.