El principal diplomático de Canadá en Afganistán muere víctima de un ataque suicida en Kandahar

Un ataque suicida contra un convoy de las fuerzas internacionales de la OTAN en Kandahar, al sur de Afganistán, causó ayer la muerte del principal representante diplomático de Canadá y de dos civiles afganos. Según varios testigos, un coche cargado de explosivos chocó contra un vehículo militar en un cruce en el centro de la ciudad, hiriendo además a una docena de personas, entre ellas, tres soldados canadienses.

El atentado se produjo hacia las 13.30 (las diez de la mañana en la España peninsular), cerca de una concurrida parada de autobuses. Horas después, el primer ministro canadiense, Paul Martin, confirmó la muerte de Glyn Berryun, un diplomático de 59 años que llevaba desde agosto en Afganistán, y expresó sus condolencias a la familia. Las otras dos víctimas mortales eran afganos que pasaban por la zona.

En el lugar de la explosión se podía ver en la mañana de ayer un vehículo del convoy lanzado a una decena de metros por la explosión, así como charcos de sangre, mientras las víctimas eran evacuadas a los hospitales cercanos. El ataque fue reivindicado por un portavoz de los talibanes, Qari Mohamed Yusaf, que anunció su intención de continuar con sus ataques a las tropas internacionales.

En los últimos cuatro meses se han cometido una quincena de atentados suicidas en el país, que han causado más de 35 muertos, contra las tropas afganas, las estadounidenses y las de la OTAN. Más de la mitad de ellos se han cometido en la inestable provincia de Kandahar, donde el Ejército canadiense tiene previsto desplegar cerca de 2.000 soldados de aquí al verano, dentro de la Fuerza de Asistencia a la Seguridad en Afganistán (ISAF), bajo el mando de la OTAN.

El aumento de tropas canadienses -a finales de 2005 sumaban 700 militares- responde a un acuerdo alcanzado en diciembre por los países miembros de la Alianza, que prevé aumentar en 6.000 el número de soldados. Esto permitiría a EE UU reducir parte de sus 18.000 efectivos, dedicados a la lucha contra la insurgencia talibán y de Al Qaeda, mientras que la OTAN se dedicará sobre todo al apoyo de las fuerzas de seguridad y del Gobierno afgano.