Santa Coloma derribará cuatro edificios por la explosión de gas

La explosión de gas que el jueves mató a dos personas en Santa Coloma de Gramenet (Barcelona) obligará a derribar finalmente cuatro edificios. Lo confirmó ayer el alcalde de esta localidad del área metropolitana, el socialista Bartomeu Muñoz, después de tres días en los que se ha especulado con la cantidad de inmuebles que tendrían que echarse abajo. Los trabajos de demolición comenzaron ayer por la mañana sobre el edificio más afectado, el número 66 de la Rambla del Fondo, y se prolongarán durante 15 días.

La fuerza de la deflagración, que provocó la muerte de un operario de Gas Natural y de una vecina del entresuelo -además de una veintena de heridos- dejó seriamente dañado el bloque número 66. Con el paso de las horas, el deterioro se trasladó a los dos edificios colindantes, los números 64 y 68, que presentaban grietas de consideración. También tendrá que ser derribada una pequeña casa adosada cercana a estos edificios.

El sábado, los 46 vecinos que se han quedado sin casa entraron por última vez a sus domicilios para recoger efectos personales. Sólo pudieron permanecer dentro por un breve espacio de tiempo, y acompañados por los bomberos y los arquitectos para garantizar su seguridad. Ayer supieron con certeza que sus pisos serían demolidos. La mayoría de ellos consideró esta medida como la mejor solución. "Si no los derriban, volveríamos con miedo de tener algún día un susto", explicó Ángel Moratilla, vecino del número 64 de la Rambla del Fondo.

Realojo "prioritario"

Hasta que los edificios derruidos se construyan de nuevo, los vecinos se alojarán en alguno de los 40 pisos de alquiler que el Gobierno catalán ha dispuesto para ellos en Barcelona y en las localidades de Badalona y Montcada i Reixac. Los que prefieran permanecer en Santa Coloma de Gramenet podrán hacerlo, y la Generalitat se ha comprometido a avalar el pago del alquiler. El alcalde se comprometió a que los vecinos dispongan de los pisos provisionales "lo antes posible".

Por el momento, las 46 personas afectadas que se han quedado sin casa o negocio, mantuvieron ayer al mediodía un primer encuentro con sus abogados y con representantes del consistorio. Los vecinos acordaron constituirse en plataforma para defender conjuntamente sus intereses. En el encuentro, según destacó el alcalde, el Ayuntamiento se comprometió a buscar locales en la misma ciudad para los comerciantes que han perdido su negocio. Aun así, señaló que "la prioridad" es realojar a los afectados en pisos de alquiler, ya que ahora viven en hoteles o en casa de familiares.

Más allá de estos compromisos, la reunión no dio resultados concretos a la espera de que los informes técnicos determinen las causas del accidente. Las empresadoras suministradoras del gas y el agua, Gas Natural y Aigües de Barcelona, han eludido estos días asumir la responsabilidad de lo ocurrido.