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Dos muertos y 22 heridos en una explosión de gas en Santa Coloma de Gramenet

El estallido provocó el desplome parcial de un inmueble, que tendrá que ser derruido

Dos personas resultaron muertas y 22 heridas, tres de ellas muy graves, como consecuencia de la explosión de gas que se produjo ayer a primera hora en el barrio del Fondo, en la localidad barcelonesa de Santa Coloma de Gramenet. Los fallecidos son un operario de 28 años de la compañía de gas que estaba trabajando en la reparación de una fuga y una vecina de 26 que vivía en el entresuelo y que quedó atrapada al derrumbarse el edificio como consecuencia de la explosión. Un total de 21 familias fueron evacuadas; el Gobierno catalán habilitó ayer para ellas alojamientos provisionales.

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El incidente comenzó a las cinco de la madrugada, cuando un operario de Gas Natural se personó en la zona para arreglar un escape de gas, alertado por los vecinos, que notaron un fuerte olor característico del gas. Todo apuntaba a que se trataba de una operación ordinaria. El problema se complicó por causas que aún se desconocen, y la fuga provocó una acumulación de gas que, sobre las seis y media de la mañana, ocasionó la explosión y el desplome parcial del inmueble de cuatro plantas del número 66 de la Rambla del Fondo.

La explosión provocó el hundimiento de la parte interior del edificio y dañó considerablemente su estructura, hasta el punto de que tendrá que ser derruido. El incidente también ha afectado a los edificios de los números 62, 64 y 68 de la calle, aunque también fueron desalojados preventivamente los números 70 y 72. En total fueron desalojadas unas 150 personas, buena parte de las cuales pudieron volver a casa, aunque 26 han sido realojadas provisionalmente en hoteles.

En el momento de la explosión estaban trabajando cuatro operarios de la compañía del gas, de los que unos falleció y otro estaba ayer ingresado en el hospital de Vall d'Hebron, en Barcelona, con quemaduras en el 25% del cuerpo. Su pronóstico era muy grave, igual que el de un bombero que había llegado para iniciar el desalojo. Otro de los heridos graves es una empleada del metro que se había ofrecido voluntaria para acordonar el lugar.

La segunda víctima mortal es una joven que estaba en su casa y cuyo cuerpo fue rescatado bajo los escombros por los bomberos. Con ella estaba su madre, que anoche permanecía ingresada con quemaduras en el 50% del cuerpo y cuyo pronóstico era "muy grave", según el parte médico.

Las primeras investigaciones apuntan a que se produjo una acumulación de gas en una cavidad del subsuelo provocada anteriormente por un escape de agua, según fuentes del Departamento de Interior del Gobierno catalán. La explosión, ocurrida bajo el inmueble que se desplomó, provocó la caída de buena parte de él por la zona interior de la construcción.

Anoche seguían ingresados nueve heridos; tres de ellos en estado muy grave; uno, grave, y cinco, con heridas de pronóstico reservado.

Los vecinos, además de conmocionados, estaban también indignados. Varios de ellos sostuvieron que el olor de gas se podía sentir desde la tarde del día anterior y aseguraron que no fueron desalojados hasta que se produjo la explosión.

La consejera de Interior, Montserrat Tura, explicó que no se había desalojado la zona porque nunca se tuvo la "sensación de riesgo".

El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, suspendió una visita que realizaba en Lleida y voló en helicóptero hasta Santa Coloma para comprobar los efectos de la explosión y hablar con los vecinos afectados, que fueron realojados provisionalmente en un centro cívico de la localidad.

Un total de 26 personas tenían previsto ayer pasar la noche en hoteles de la localidad y de las limítrofes de Barcelona y Badalona. Otros afectados prefirieron alojarse en casas de familiares y amigos.

Los vecinos del inmueble número 66, el derruido, tardarán al menos de dos años en volver a su casa, ya que será necesario demoler totalmente y reconstruir el edificio, con cuidado para no afectar a los colindantes. Los residentes en los dos contiguos podrán regresar a sus casas dentro de unos meses, según Bartomeu Muñoz, alcalde de Santa Coloma. La empresa pública Adigsa buscaba ayer pisos para cederlos provisionalmente. Los que habitan en el número 62, también afectado por la explosión pero en menor medida, tardarán aún unos días en poder volver a sus casas.

Salvo los del inmueble semiderrumbado, los vecinos pudieron acceder ayer a sus domicilios para recoger enseres de primera necesidad.

Aspecto del edificio afectado por la explosión en Santa Coloma de Gramenet.
Aspecto del edificio afectado por la explosión en Santa Coloma de Gramenet.MARCEL·LÍ SÀENZ

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