Mas recuerda que los socialistas no son necesarios para retirar el texto

El presidente de Convergència i Unió, Artur Mas, volvió ayer al terreno de las advertencias y las amenazas para recordar a los socialistas catalanes que su voto no es imprescindible para retirar el Estatuto catalán. Mas respondió así a la, a su juicio, "actitud innoble" del presidente catalán, Pasqual Maragall, por haber recordado, ante el presidente José Luis Rodríguez Zapatero y los barones del PSOE, que los nacionalistas catalanes no son imprescindibles para aprobar el Estatuto en las Cortes.

Ante el temor a quedar descolgados de la negociación y en una conferencia de prensa convocada expresamente para evaluar las palabras del presidente de la Generalitat, Mas no tuvo reparos en calificar a Maragall como "un barón más del PSOE", que actúa por "intereses partidistas" y no para defender "los intereses de Cataluña". "¿Qué tipo de presidente es éste?", se preguntó antes de afirmar que "Cataluña no se puede permitir ir dividida a la negociación en Madrid".

El secretario general de la federación nacionalista, Josep Antoni Duran Lleida, añadió que la aprobación del proyecto del Estatuto sin contar con CiU es un "escenario completamente imposible". Pero a diferencia de Mas, que en todas sus intervenciones recuerda que la retirada del texto es una opción a barajar, volvió a abogar por seguir negociando: "Si no hay Estatuto, nadie sale ganando, excepto el PP", afirmó.

Pero la irritación de los nacionalistas no llegó a más y, de hecho, en la tarde de ayer volvían a estar sentados en la mesa de negociación. Esta vez en el Parlamento de Cataluña y en una reunión con el tripartito para preparar el encuentro de hoy con el PSOE. Otra delegación de los nacionalistas, esta formada por sus dos principales dirigentes, Artur Mas y Josep Antoni Duran, se reunió con una delegación del Gobierno y del PSOE, encabezada por Alfredo Pérez Rubalcaba, Miguel Ángel Fernández Ordóñez y José Montilla para abordar la financiación. Tras la reunión trascendió que se abordaron los criterios de solidaridad y la capacidad normativa de la Generalitat sobre los impuestos cedidos, tema este último sobre el que hubo acuerdo.

Maragall se explica

De hecho Pasqual Maragall, y pese a reiterar ayer en público que "el voto de CiU no es necesario" para aprobar el Estatuto, aseguró que "si el Estatut en su día se hizo conjuntamente [con los votos del tripartito y CiU], deshacer este acuerdo sería enormemente perjudicial". El primer consejero del Gobierno catalán, Josep Bargalló, también defendió aprobar el Estatuto con "la misma mayoría que lo aprobó en el Parlamento catalán".

En este mismo sentido se expresaron dirigentes del PSOE. El secretario de Política Autonómica, Alfonso Perales, aseguró que el acuerdo con los nacionalistas es "imprescindible políticamente". El presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, también abogó por incluir a CiU.