El Ayuntamiento adecenta 674 calles y 10 parques de Barcelona
Los vecinos critican que se lave la cara a las calles porque va el alcalde
El Ayuntamiento de Barcelona ha adecentado 674 calles y 10 parques de la ciudad desde que en marzo puso en marcha el Plan de Mantenimiento Integral. El alcalde, Joan Clos, se desplazó ayer hasta el barrio de La Verneda, en el distrito de Sant Martí, para explicar que el próximo año se harán otras 825 mejoras en calzadas, señalización, iluminación y mobiliario urbano.
Clos llegó a La Verneda pasadas las 11.00. Más de tres horas antes de que él arribase, ya habían pisado la zona otros trabajadores del Ayuntamiento de Barcelona. A diferencia del alcalde, que vestía un largo abrigo negro y corbata, los otros llevaban los pantalones sucios y un chaleco reflectante, color amarillo chillón. Eran los operarios de Parcs i Jardins y los barrenderos de BCN Neta. Una vecina del barrio, María Luisa Cerezo, aseguró que llevaban merodeando la zona desde las 7.45 horas porque ella, que se levanta temprano todos los días, los vio. De hecho, explica que ya la tarde anterior habían estado adecentando las pequeñas plazoletas que hay, medio escondidas, a lo largo de la calle de Camp Arriassa.
María Luisa sospecha que esta excesiva presencia de operarios se debe a la visita del alcalde. Pero sólo lo sospecha y lo critica.
Lo cierto es que, quizá con ánimo de ambientar su discurso, cuando Clos llegó había una decena de trabajadores inmersos en las más diversas tareas. Éste reparaba el arcén, aquél removía la tierra de una parcela de césped. María Luisa explicó que, desde primera hora de la mañana, el ritmo había sido frenético. Los operarios de Parcs i Jardins instalaron unas cintas de plástico para acordonar las zonas con césped. "Incluso acaban de pintar las farolas; si las tocas, te manchas". Aunque hacia las 11.30 horas las farolas ya no manchaban, sí que olían a pintura fresca.
En su feudo electoral, el concejal del distrito de Sant Martí, Francesc Narváez, fue el primero en parlamentar ante los vecinos. Dijo, sin remilgos, que Barcelona es "una de las ciudades europeas donde el espacio público está mejor cuidado". Narváez sacó a relucir el dinero y aseguró que el Plan de Mantenimiento Integral dispone de un presupuesto de 130 millones de euros, de los que se ha gastado el 30%. Narváez aseguró que hay "miles" de trabajadores en la ciudad destinados a arreglar las calles. Y prometió que el plan permitirá transformar "hasta el último rincón de los vecinos de Barcelona".
Luego le llegó el turno a Clos, quien avanzó que las obras "se están ejecutando a buen ritmo". Para cumplir las previsiones, en marzo deberían acabarse las 112 mejoras que aún se están realizando. Una de las actuaciones definidas en el plan es la renovación del mobiliario urbano. Por eso, al acabar el discurso, un grupo de vecinos se dirigió al alcalde para reclamarle unos bancos que debían instalarse en la misma plaza donde estaban, a la altura de la calle de Binèfar. "Nos prometieron unos bancos de diseño", reclamó María Rosa Martínez.
Los vecinos, cuyo limítrofe barrio consideran dejado de la mano de Clos, no dejaron de aprovechar su oportunidad. Y empezaron a quejarse de todo: de la vivienda, de la suciedad, de los locutorios de inmigrantes... Hasta de los árboles. "En esta plaza hay demasiados árboles y, como no se podan, crecen tanto que me tapan la luz", espetó un vecino. Clos echó una mirada a su alrededor y consintió: "Sí, quizá le sobren la mitad". La plaza, por cierto, tiene 19 árboles.
Por la mañana, Xavier Trias explicó que quedan 500 días para las elecciones y propuso un modelo de "ciudad para vivir" frente al de Clos que es sólo para "ver". Clos, dijo, es el alcalde del "espectáculo efímero". Y recordó su bailoteo durante la cabalgata de Carlinhos Brown.
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