Zapatero: "Si no sale el Estatuto, no pasa nada"
Maragall: "Hay que sacarlo adelante aunque sea sin CiU"
La cita era a las 20.30 en el Palacio de la Moncloa y estaban convocados los secretarios regionales del PSOE y los presidentes autonómicos del partido, además del alcalde de A Coruña, Francisco Vázquez, como presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias; el secretario de Organización, José Blanco, y los portavoces parlamentarios, Alfredo Pérez Rubalcaba y Joan Lerma.
De la copa con el aperitivo, amenizada con los chistes del aragonés Marcelino Iglesias, se pasó al comedor, donde comenzó la cena a las 21.15, que se prolongó durante dos horas entre tertulias futbolísticas, bromas y camaradería.
José Luis Rodríguez Zapatero habló entonces para poner fin a la cita, aplazada desde la Navidad. En su discurso resaltó el comienzo de un año marcado por los proyectos sociales que el Gobierno pretende desarrollar, favorecido por un ciclo económico muy positivo y moderadamente complicado por la negociación de las reformas estatutarias. El presidente mostró su confianza en que todo saldrá bien y los socialistas llegarán en excelentes condiciones políticas y con la economía a todo tren a las elecciones autonómicas de 2007. Aventuró que el tiempo juega en contra de la estrategia del PP. Acabada la intervención, terció Manuel Chaves, presidente de la Junta de Andalucía, que en este tipo de actos suele ordenar el turno de palabras. Esta es una reconstrucción del debate, según varios asistentes.
Zapatero: "Es muy difícil que nadie asuma la responsabilidad de ser el que rompe"
Blanco: "El Estatuto hay que aprobarlo en referéndum. Sin CiU y el PP sería muy difícil"
Barreda: "La igualdad es nuestra identidad. Los nacionalistas no quieren ser iguales"
Iglesias: "Hay que tener en cuenta la opción de que se devuelva el Estatuto"
Touriño: "Yo no puedo aceptar incrementos de financiación sólo para Cataluña"
Zapatero: "Cualquier acuerdo será para todos. Mejoraremos la financiación de todos"
Ibarra: " Sé cual es la posición del Gobierno; no me queda tan claro cuál es la de PSC"
Simancas: "Nos estamos jugando también lo que ocurra en las elecciones de Madrid 2007"
Manuel Chaves. "Si no te parece mal, presidente, como muchos querrán conocer la situación de la negociación sobre el Estatuto, vamos a dar la palabra a Alfredo Pérez Rubalcaba y a Pasqual Maragall".
Alfredo Pérez Rubalcaba. El portavoz parlamentario expuso los tres aspectos principales de la negociación: el término nación, las competencias y la financiación. Difundió un mensaje de optimismo sobre los dos primeros y una conclusión pesimista respecto al último, eje de la discusión de la noche. "En el tema de nación, se puede alcanzar una solución de consenso incluyendo la palabra en el preámbulo y luego haciendo referencia a la identidad nacional. Sobre competencias, tenemos todo prácticamente redactado salvo en inmigración, puertos y aeropuertos, pero esperamos que se resuelva. En financiación, después de la reunión de esta tarde con CiU, ya no está tan claro un posible acuerdo. Lo están poniendo muy difícil".
Fue él quien abrió la veda para que los demás empezaran a plantearse la posibilidad de que el texto no salga y analizaran políticamente ese escenario, a pesar de la decidida apuesta por el acuerdo que todos se llevaron como resumen de la cena. "No hay que dramatizar. Si esto no sale, se mete el Estatuto en el puente aéreo y se devuelve a Barcelona", dijo Rubalcaba.
Pasqual Maragall. El presidente catalán expuso los acuerdos que había alcanzado con los líderes de los partidos catalanes unas horas antes respecto a siete condiciones irrenunciables para aceptar un Estatuto enmendado en el Congreso. Y comentó la alusión de las dificultades de un acuerdo con CiU: "La opción de devolver el Estatuto es la que quiere CiU. Hay que sacarlo adelante aunque sea sin CiU". El presidente recordó que los nacionalistas eran imprescindibles en el Parlamento catalán, pero no en el Congreso. Maragall se refería así a la posibilidad de dejar fuera al principal partido de la oposición catalana si éste se enroca en una posición dura.
José Blanco. "Pero luego hay que aprobarlo en referéndum en Cataluña. Y sin el apoyo de CiU y del PP sería muy difícil". El texto que salga del Congreso, que puede ser retirado en cualquier momento por la mayoría absoluta del Parlamento catalán, iría directamente a un referéndum sin volver a la Cámara autonómica.
José Montilla. "CiU nunca se atrevería a pedir el voto en contra del Estatuto en un referéndum".
A partir de aquí, Chaves fue dando la palabra a los dirigentes regionales, comenzando por el presidente extremeño. Ninguno de ellos, y mucho menos Zapatero, apoyó la idea de Maragall de contemplar el escenario de aprobar el texto sin CiU.
Juan Carlos Rodríguez Ibarra. "Yo sé cuál es la posición del Gobierno sobre el Estatuto, lo que no me queda tan claro es cuál es la posición del PSC". Tras este reproche, el presidente extremeño expuso sus ideas conocidas sobre la Constitución, la igualdad y la solidaridad, y apoyó, como los demás, la negociación para que salga el Estatuto con los límites de la constitución y el interés general. Ni siquiera Ibarra habló del término nación. Sólo Rubalcaba lo hizo. El extremeño no le replicó, así que los presidentes consultados interpretaron que aceptaba que se coloque en el preámbulo. Los socialistas ya habían planteado esta salida la semana pasada.
Marcelino Iglesias. El presidente aragonés planteó con crudeza la hipótesis de un fracaso de la negociación: "Hay que tener en cuenta la opción de que se devuelva el Estatuto. De lo contrario, no habrá fuerza negociadora. Tenemos que cerrar esto cuanto antes. No podemos estar todo un año preelectoral hablando de esto".
Rafael Simancas. El secretario general de los socialistas madrileños recordó en su intervención que el PSOE se juega mucho en la negociación sobre el Estatuto catalán. "Con este asunto nos estamos jugando también lo que pueda ocurrir en las elecciones de 2007 aquí, en Madrid. Apelo a la responsabilidad del PSC, que sea consciente de lo que nos jugamos todos. Y luego, salga lo que salga, yo pido un mensaje de unidad a todos".
Emilio Pérez Touriño. El presidente gallego planteó las necesidades de su comunidad. "Yo no puedo aceptar incrementos de financiación sólo para Cataluña con las necesidades que tiene mi región. No podemos reducir la solidaridad". Touriño apoyó el acuerdo pero también dejó claro que hay que plantear sin dramatismos la posibilidad de que el Estatuto no salga adelante, aunque sea como posición negociadora.
José María Barreda. El presidente castellano-manchego habló de igualdad. "Este es un momento de hablar con claridad. ¿Quién teme al federalismo ahora? Los de siempre, los nacionalistas españoles y, ahora, los nacionalistas periféricos. El éxito radica en el desarrollo federal igualitario y lo que no quieren los nacionalistas es ser iguales, no quieren el estado federal. Nuestra seña de identidad es la igualdad. Lo que tenemos que perseguir es la igualdad entre las personas y los territorios".
Tras las intervenciones, cerró el acto el presidente intentando responder a todos.
José Luis Rodríguez Zapatero. "La unidad de mensajes del partido es fundamental. No debemos despistar a nuestro electorado. Os garantizo que cualquier acuerdo de financiación, como siempre, será generalizable a todas las autonomías. Vamos a mejorar la financiación de todos". El presidente explicó que el modelo será multilateral, pero con singularidades, como ahora, donde no todas las autonomías tienen la misma financiación ni competencias. "Yo también debo tener en cuenta las necesidades financieras del Gobierno de España para garantizar la solidaridad e impulsar el desarrollo", recordó.
Al final, llegó el optimismo. "Yo estoy convencido de que habrá acuerdo. Es muy difícil que nadie asuma la responsabilidad de ser el que se levanta de la mesa, el que rompe. Siempre que ha habido debate como éstos ha habido tensiones, no hay que preocuparse." Zapatero también pidió que se apoye con entusiasmo el Estatuto cuando se apruebe.
Ya todos comenzaban a pensar en que la velada se acababa, porque era muy tarde, pero Zapatero lanzó un último mensaje:
"Queremos un acuerdo, lo buscaremos, pero bueno, si al final no hay Estatuto, Pasqual, no pasa nada", dijo mirando a Maragall. Y esté respondió: "No, no, eso es lo que quiere CiU", mientras todos se levantaban ya de la mesa. Era casi la una. A la salida, varios comentaron el buen ambiente y la idea unánime de apoyo a la negociación y confianza en el resultado.
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