Los promotores aseguran que si se ha construido mucho es porque se han dado muchos permisos

El portavoz de los promotores inmobiliarios valencianos, Benjamín Muñoz, aseguró en un debate de la SER en Valencia que el urbanismo es responsabilidad de las administraciones públicas no de los empresarios y añadió que si se ha construido mucho es porque "se han dado muchos permisos". Fabián Llisterri, decano del Colegio de Arquitectos de la Comunidad Valenciana, denunció una etapa de hiperdesarrollismo insostenible en la Comunidad Valenciana y abogó por que se afloje la presión sobre el litoral y se apueste por el desarrollo del interior.

A final de diciembre se presentaron 67 PAI, 35 de ayuntamientos del PP y 30 del PSPV

Los dos invitados al debate, conducido por el periodista Bernardo Guzmán, coincidieron ayer al inicio del programa en que es necesaria una reflexión en torno al momento que atraviesa el urbanismo. Benjamín Muñoz, secretario general de la Federación de Promotores Inmobiliarios de la Comunidad Valenciana, hizo una valoración positiva de la situación actual y de la fortaleza económica del sector. "La construcción representa un 17% o 18% del PIB y miles de puestos de trabajo creados", destacó.

Llisterri coincidió con Muñoz en la necesidad de una etapa de reflexión "para hacer autocrítica y para valorar lo que hemos hecho sin condicionantes políticos", dijo. Para el decano del Colegio de Arquitectos, la Comunidad Valenciana -y también otros lugares de España- vive una etapa de hiperdesarrollismo importante y poco sostenible. "Se está hiperdesarrollando el litoral mientras el interior pierde población", apostilló Llisterri, quien reclamó más información para hacer posible ese proceso de reflexión necesario.

Muñoz opinó que a él sí le parece sostenible, pero, en cualquier caso, la responsabilidad de diseñar el urbanismo es de los ayuntamientos y de la Generalitat. "Los promotores estamos construyendo dónde y cómo los ayuntamientos quieren. Si se ha construido mucho", dijo sin entrar en valoraciones, "es porque se han dado mucho permisos", atajó. No obstante, Muñoz defendió la labor realizada por el actual consejero de Territorio y Vivienda, Rafael Blasco, porque desde que llegó a este departamento ha confeccionado tres leyes urbanísticas -Ordenación del Territorio, Urbanística Valenciana y de Suelo No Urbanizable- que establecen "lo que se puede y lo que no se puede hacer".

El decano de los arquitectos consideró "grave" que el urbanismo haya dejado de ser útil para regular el crecimiento. "Sé que hay un interés legitimo de los promotores en este desarrollo, pero éstos no son los intereses que deben guiar el crecimiento urbanístico. Y hasta ahora lo han guiado y hay que decir que con cierta complicidad institucional, tanto a nivel autonómico como municipal", dijo. Para Llisterri, la nueva Ley Urbanística Valenciana (LUV) corrige muchos de los problemas de la LRAU, pero es una ley "difícil porque después de varios borradores e infinidad de enmiendas ha salido un refrito que, a juicio de los especialistas, está poco estructurada y tiene indefiniciones". El portavoz de los promotores defendió el marco legislativo y pidió que se reglamenten las leyes para subsanar cualquier problema de indefinición.

Pese a que Muñoz y Llisterri mantuvieron posiciones antagónicas durante el debate, ambos coincidieron en que se ha desenfocado el problema urbanístico en Europa. Mientras Llisterri reconoció que se habían mezclado cosas diferentes en el debate en Bruselas, Muñoz describía la polémica creada en Europa como "una pelota tremenda" creada por "dos sinvergüenzas y cuatro espabilados" que los promotores, dijo, "vamos a desmontar". Muñoz anunció que la federación defenderá ante los eurodiputados la imagen del sector; de hecho ha pedido a la UE copia de las 15.000 denuncias y creará el día 12 una agencia para promocionar la calidad de la construcción residencial.

El decano de los arquitectos volvió al modelo de desarrollo y emplazó a todos los agentes implicados en el urbanismo a acabar con la cultura del pelotazo, a reequilibrar el desarrollo entre costa e interior y a apostar por un turismo de calidad, que no admita reclasificaciones de suelo fuera de ordenación. "Hacen falta directrices para que los PAI no caigan como huevos fritos en medio del territorio", dijo. Llisterri pidió un urbanismo de calidad, con 20 metros cuadrados de playa por habitante y no los 6 de ahora.

Muñoz rechazó el aluvión de PAI presentados en los últimos cinco días de diciembre para "tratar de escapar" de las nuevas leyes urbanísticas, datos que aprovechó para criticar a los socialistas por sus incongruencias. Según Muñoz, de los 67 PAI presentados en la última semana, 35 fueron aprobados por ayuntamientos del PP, 30 por socialistas y dos por grupos independientes. El día anterior el propio Muñoz había denuncia que el 52% de los PAI presentado en esas fechas procedían de municipios gobernados por el PSPV.