El empresario de Canals que mató a dos atracadores esta decaído "física y psíquicamente", según su abogado
La Guardia Civil concluyó ayer las primeras diligencias de investigación sobre la muerte por disparos de dos atracadores que, junto a al menos otros seis, asaltaron la casa de la familia Ferri en Canals (La Costera). Francisco Ramírez, dueño de la casa, admitió haber sido él quien disparó a los atracadores que entraron en su chalé, amordazaron, amenazaron y agredieron a su mujer, al guardés y al hijo de éste. Desde que ocurrieran los hechos el pasado día 4 a las 20.15, Ramírez ha prestado declaración ante la Guardia Civil y ha permanecido en libertad en espera de comparecer ante el juzgado que abrió las diligencias por lo ocurrido. Ramírez mantuvo desde el primer momento que actuó en legítima defensa, utilizando un arma automática que tenía en el dormitorio al que condujo a dos de los atracadores con el pretexto de que el dinero estaba en la caja fuerte.
José Antonio Prieto, letrado de Ramírez, dijo ayer que su representado se encontraba "muy decaído física y psíquicamente" pero con "muchas ganas de acudir al juzgado y dar todos los detalles sobre lo que ocurrió". El abogado explicó también que la esposa de Ramírez, heredera del dueño de la empresa Ferry's, se encuentra igualmente "muy afectada psíquicamente". El abogado aseguró que la familia está recibiendo el apoyo de familiares y amigos "en una situación tan difícil y dolorosa como ésta".
Algunas cosas se mantenían ayer sin respuesta sobre lo que realmente ocurrió el pasado día 4 en la finca de Canals. Ramírez tenía licencia para el arma que usó contra los atracadores. Sin embargo, aún no está despejado si efectivamente los dos atracadores que murieron de tres disparos uno y un tiro el otro tenían en su poder alguna pistola o revólver y si alguna de esas armas se disparó en la habitación en la que estuvieron el dueño de la casa y las dos víctimas. La identificación de los dos fallecidos aún no había sido posible ayer, según fuentes de la investigación, lo que supone, según las mismas fuentes, un importante inconveniente. La imposibilidad de la identificación viene dada porque las dos personas, de rasgos centroamericanos, no estaban legalmente en España. La Guardia Civil continúa por tanto sin resolver las dudas que surgen de un asalto cometido a escasos metros del acuartelamiento del instituto armado, a última hora de la tarde de un día de importante tránsito en la calle. La huida de los atracadores sin haber dejado víctimas así como la herida superficial de Ramírez continúan sembrando dudas.
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