Mueren dos trabajadores electrocutados en una subestación de Iberdrola en Villalba
Pascual Arroyo Jiménez, de 51 años, y Juan Arranz Rosa, de 55, fallecieron ayer electrocutados en la subestación eléctrica de Iberdrola en Collado Villalba. El suceso ocurrió a las 15.30, cuando ambos técnicos estaban manipulando un cuadro de mantenimiento eléctrico, según fuentes de la investigación. "Han recibido una descarga de 20.000 voltios", señalaron dichas fuentes.
Pascual Arroyo, natural de Albacete, estaba casado y tenía dos hijos, según explicó José Ángel, uno de sus hijos. Juan Arranz, residente en Alcorcón, también estaba casado y tenía tres hijos. Ninguno tenía nietos. "Llevaba muchísimos años trabajando en Iberdrola. Pensaba en jubilarse y luego en vivir la vida", explicó ayer Ángara, una de sus hijas. Los dos cadáveres fueron trasladados al Instituto Anatómico Forense.
Además, en el siniestro resultó herido leve otro trabajador, Pablo Alberto Martín, de 64 años, que fue trasladado al hospital de La Paz con algunas quemaduras y una fortísima crisis de ansiedad que, de momento, le ha impedido prestar declaración ante los investigadores.
Hasta la subestación se acercaron dos técnicos en prevención de riesgos laborales de la Comunidad de Madrid, la Guardia Civil y la Policía Local de Collado Villalba. A las puertas del edificio se produjeron momentos de tensión cuando los guardias del edificio impidieron en un primer momento la entrada a los técnicos regionales y a la Guardia Civil. Finalmente, les abrieron las puertas.Cuando llegaron los médicos del Summa, Arranz y Arroyo ya habían fallecido, según explicó una portavoz de Emergencias 112. "Los dos hombres estaban manipulando un cuadro eléctrico que estaba conectado a la red", señalaron fuentes de la Guardia Civil.
"Los trabajadores fallecidos estaban cualificados y tenían experiencia", añadió un portavoz de Iberdrola, que mostró su "consternación" por lo ocurrido. "Hemos abierto una investigación para esclarecer lo ocurrido", señaló dicho portavoz. Los dos fallecidos son técnicos de mantenimiento que visitan diferentes subestaciones eléctricas de la compañía. En la de Collado Villalba estaban haciendo una reparación, según señalaron algunos compañeros de los fallecidos.
El Gobierno regional también ha abierto una inspección. Amador de los Santos y Diego Cañedo, técnicos en prevención de riesgos laborales de la Comunidad de Madrid, inspeccionaron ayer por la noche la subestación y exigieron a los responsables toda la documentación laboral sobre los fallecidos. Miembros del sindicato UGT también se acercaron al lugar de los hechos, pero los guardianes del inmueble les impidieron pasar la verja de seguridad.
La subestación de Iberdrola en Collado Villalba está en la calle de la Cañada Real, dentro del polígono industrial P-29. Como consecuencia del incidente, a partir de las 15.30 unas 30.000 personas de Collado Villalba, Alpedrete, Galapagar, Collado Mediano, El Escorial y Guadarrama se quedaron sin luz. El servicio se recuperó al cien por cien dos horas después, según señaló un portavoz de Iberdrola. "Hemos visto que salía humo por las chimeneas de la subestación y hemos llamado a los bomberos. Luego se ha ido la luz durante al menos una hora", explicó Sagrario Flandez, una vecina.
La subestación eléctrica donde ocurrió el suceso, situada a 50 metros de un instituto, ya sufrió otro incendio el pasado mes de julio. En ese momento el fuego se originó en el interruptor de una celda de media tensión. El incidente, en el que no hubo heridos, dejó sin luz a 18.000 vecinos de Collado Villalba. Fuentes de Iberdrola aseguraron que los dos sucesos "no tienen nada en común".
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