La deriva de un imperio tejido sobre concesiones

Vicente Ferri levantó un imperio tejido sobre géneros de punto cuando el taller que había fundado su padre, Salvador, en 1928, recibió la concesión administrativa para suministrar ropa interior al Ejército. Su suegra había servido en el gabinete particular de Francisco Franco. Vicente Ferri sentó las bases del negocio, pero murió en accidente de tráfico en 1963 con apenas 39 años de edad. Dejó viuda y ocho hijos. Su impronta permanece y da nombre a una de las principales avenidas de Canals.

Géneros de Punto Ferry's, registrada con ese nombre en 1966, llegó a emplear a 1.800 trabajadores en la factoría construida en la localidad de Canals, en el interior de la provincia de Valencia, cuya población actual ronda los 14.000 habitantes. Autobuses de la empresa trasladaban a diario a cientos de trabajadores de varios pueblos de la comarca de La Costera que se beneficiaban de un trato patriarcal.

Géneros de Punto Ferry's disponía de sus propias hilaturas y controlaba todo el proceso de producción. La marca se consolidó. Producía buen género y se vendía bien más allá del colchón que suponía proveer al Ejército.

Complicaciones

La transición a la democracia y el ascenso de la segunda generación, la pérdida de la concesión administrativa y el desacuerdo entre los herederos de Vicente Ferri en torno a las estrategias para mantener la empresa complicaron las cosas. La factoría arrastraba una producción desmedida y acumulaba grandes deudas.

A pesar de todo, Ferry's logró lanzar una prenda similar al histórico Lacoste. La multinacional francesa Devanlay, propietaria de la marca Lacoste, tomó una importante participación en Ferry's en 1991, pero no contribuyó a mejorar la situación.

Ferry's solicitó la suspensión de pagos en marzo de 1995, apenas dos meses antes de unas elecciones autonómicas, y se convirtió en objeto de controversia política. La familia sindicó sus acciones y cedió la gestión de la firma, que acumulaba una deuda de 19 millones de euros con la Agencia Tributaria y la Seguridad Social.

La Generalitat Valenciana intentó rescatar la firma con diversas inyecciones de fondos públicos y sucesivos recortes de plantilla. Ferry's nunca recuperó su esplendor.

Pero los herederos de Vicente siguen siendo propietarios del suelo sobre el que se levanta una inmensa factoría que ahora ocupa una apetecible superficie en pleno centro de Canals. La casa asaltada la noche del miércoles era la vivienda familiar, que la viuda de Vicente cedió a su hija Beatriz hace apenas cinco años.