La noche de la ilusión

Los Reyes Magos llegaron ayer en helicóptero, en barco o montados a lomos de sus camellos a las diversas localidades valencias para hacer realidad los sueños de los más pequeños. A las cinco de la tarde Melchor, Gaspar y Baltasar aterrizaron en helicóptero en la Plaza de Toros de Alicante, para iniciar la tradicional cabalgata que convocó a unas 50.000 personas en las calles del centro. Entre las novedades de este año, destacó la carroza del Nacimiento, formada por alumnos del colegio Nazaret, que repartieron cerca de medio millón de regalos. La cabalgata de Alicante contó con 25 carrozas, 14 bandas musicales y tres grupos de animación callejera. En total participaron unas de 2.000 personas. El desfile estuvo encabezado por el grupo Xarxa Teatres, al que siguieron varios grupos de carrozas de carácter tradicional. En último lugar desfilaron los carruajes de las empresas privadas patrocinadoras. Este año, la cabalgata de Alicante contó con un presupuesto total de 60.000 euros, de los que 36.000 fueron aportados por el Ayuntamiento y el resto por las empresas privadas.

En Valencia los Reyes llegaron al puerto y la cabalgata contó con la participación de unas 1.000 personas y 33 carrozas, desde las que se lanzaron más de 10.000 kilogramos de caramelos. En el Ayuntamiento, la alcaldesa Rita Barberá recibió a los monarcas que los Bomberos Municipales elevaron con una grúa hasta el balcón principal. Desde allí, y acompañados por la alcaldesa, saludaron a los niños congregados en la plaza. En Alcoi, donde se celebra la cabalgata más antigua, participaron unas 1.000 personas. Este desfile, declarado de Interés Turístico Nacional, cuenta con la particularidad de que centenares de pajes reales acceden con largas escaleras a los balcones de las viviendas para entregar, casa por casa, los juguetes que han pedido los niños. Los tres protagonistas montados sobre camellos desfilaron arropados por su séquito real: músicos, grupos de danza, antorcheros, pajes, soldados de la guardia personal y pastorcillos, entre otros, acompañados por sus rebaños, caballos, burros y mulas. Cuando los Reyes Magos llegaron a la Plaza del Ayuntamiento, donde se instala el portal de Belén, se escenificó la Adoración, que se inició cuando se apagaron las luces y se encendieron centenares de bengalas, los Reyes acudieron hasta el lugar en el que se encontraba el Niño Jesús, y acto seguido sonó el Aleluya de Haendel con motivo de las ofrendas y de la adoración.

En Elche los Reyes llegaron a la estación de autobuses, informa Cristina Medina, y allí ya les esperaban miles de niños, posteriormente tuvo lugar la cabalgata organizada por el ayuntamiento en la que participaron unas 600 personas y donde se repartieron miles de pequeños juguetes y caramelos para los niños que llenaron el recorrido.

La tradición de los Reyes Magos en Elche se arraiga a los usos y costumbres de la zona y desde hace siglos, durante varios días, los hortelanos elaboran con restos de palmera o sedassos una especie de antorchas, les atxes, que luego se venden y en la noche de reyes los niños queman, como ocurrió anoche, a la puerta de sus casas a modo de teas, con el objetivo de indicar el camino a sus majestades de oriente hacia todas las casas. De esta forma los niños ilicitanos se aseguraron que en plena oscuridad todos los regalos pudieran ser repartidos.