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Una estrella de 25.000 luces hipnotizó al público

Una gran estrella de ocho puntas, con diez metros de cola y más de 25.000 luces de tonos azules, encabezó la cabalgata y fue la novedad de la comitiva este año. La cabeza del astro daba vueltas sobre sí misma y entusiasmó a los 300.000 barceloneses que, según la Guardia Urbana, asistieron a la cabalgata. La estrella, además, iba acompañada de ocho grandes focos móviles que iluminaban las fachadas y al público, y de una música compuesta expresamente para la ocasión.

A continuación, un bus turístico engalanado con luces blancas invitaba a la fiesta. Desde su techo, el paje Anunciador preguntaba al público si niños, padres y madres se habían portado bien. Todos, al unísono -no podía ser de otra manera-, respondían afirmativamente.

Después venían las tres carrozas de los Reyes, luego las de los patrocinadores de la cabalcata y al final la carroza del carbón, acompañada por el paje Gregori y un grupo de diablos. En total, los Reyes y su comitiva lanzaron más de 15 toneladas de caramelos.

En el desfile real, de más de un kilómetro de longitud, participaron más de 1.100 personas: los Reyes, pajes, artistas, carteros, estudiantes de teatro y danza, voluntarios y policías locales. Y no faltaron los animales: una recua de camellos y otra de caballos montados por agentes de la Guardia Urbana vestidos de gala.

La primera fila estaba a rebosar. Los más pequeños iban bien abrigados y muchos mayores aprovechaban la ocasión para inmortalizar el momento con cámaras digitales y teléfonos móviles.

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