Un atentado suicida contra un funeral chií deja al menos 30 muertos en Irak
La insurgencia lanza su ofensiva más violenta desde las elecciones del 15 de diciembre
Una ofensiva de la insurgencia en diferentes puntos de Irak dejó ayer al menos 40 muertos en la jornada más sangrienta desde las elecciones parlamentarias celebradas hace tres semanas. El ataque más brutal se produjo en Muqdadiyah, una localidad situada 60 kilómetros al norte de Bagdad, donde un terrorista suicida hizo estallar la carga explosiva que llevaba durante el funeral de un líder local chií, un acto fúnebre que antes había sido atacado con ametralladoras y morteros. Un convoy con 60 camiones cisterna fue asaltado en las afueras de Bagdad y al menos 20 vehículos fueron destruidos.
Otros ataques tuvieron lugar en barrios de chiíes de Bagdad, a los que los insurgentes lograron acceder a pesar del cordón de seguridad, con puentes y calles cortados, instalado en gran parte del centro de la capital después del secuestro, en la noche del martes, de la hermana del ministro del Interior, Bayan Jabr.
Además de más de 30 muertos, el ataque de Muqdadiyah contra el sepelio de Ahmed Hamid Banquer, el representante local del partido religioso chií Al Dawa, provocó al menos 36 heridos, informaron fuentes del Ministerio del Interior. Los insurgentes primero ametrallaron y después lanzaron proyectiles de mortero contra los asistentes al funeral, que se vieron obligados a refugiarse en el cementerio. Fue entonces cuando el terrorista suicida, que vestía un cinturón con explosivos, hizo estallar su carga. Las agencias de noticias relataron que en el cementerio había restos humanos por todas partes, mientras que las tumbas estaban cubiertas de sangre.
"Somos gente pacífica, ¿por qué se ceban con nosotros?", aseguró a la agencia France Presse un hombre que resultó herido durante el ataque. "Atacar a la gente durante un funeral... eso es algo que nunca habíamos visto antes", agregó este hombre, que se encontraba en el principal hospital de la localidad, abarrotado de heridos. "Llamo a Muqtada al Sáder para que ponga fin a toda esta violencia", señaló otro superviviente de la masacre en referencia al joven clérigo chií cuya milicia, el Ejército del Madhi, encabezó dos revueltas contra las fuerzas de Estados Unidos.
Ante el hospital de la ciudad se agolpaban familiares de las víctimas tratando de conocer si sus próximos habían sobrevivido a la masacre. Algunos mostraban su inquietud sobre las condiciones en que podrán ser enterradas las víctimas mortales, ante el temor a que se produjesen nuevos atentados durante los entierros.
Otro ataque de gran envergadura se produjo en los alrededores de Bagdad, cuando un enorme convoy de unos 60 tanques de gasolina fue asaltado en una emboscada de la insurgencia. Al menos 20 vehículos resultaron totalmente destruidos durante el ataque, reivindicado en Internet por el Ejército Islámico de Irak, informa Reuters. Este ataque se ha producido en un momento en que el aumento de los precios de la gasolina en un 200%, así como el miedo a que se produzcan cortes en el suministro, ha provocado grandes colas ante las gasolineras de las principales ciudades.
Cerca de Samarra, en el triángulo suní, los insurgentes atacaron otro convoy, más pequeño, de tanques de gasolina y dos camioneros murieron.
Las fuerzas de seguridad iraquíes habían instalado controles en muchos puntos de Bagdad para tratar de localizar a los captores de la hermana del ministro Jabr. En Kadhamiya, un distrito con una importante población chií, un coche bomba, que se encontraba aparcado, hizo explosión al paso de una patrulla de la policía cerca de un mercado. Al menos ocho agentes murieron y 12 resultaron heridos.
Los insurgentes detonaron tres coches bomba más en otros puntos de la capital iraquí y provocaron un número indeterminado de muertos. También durante la jornada de ayer fue asesinado un alto funcionario del Ministerio del Petróleo cuando circulaba con su vehículo por el barrio de Amariyah. Un hijo del funcionario murió en el ataque, mientras que el conductor resultó herido.
Fuerzas de seguridad
En el barrio de Ghazaliyah, una zona del oeste de la capital iraquí donde los insurgentes se muestran muy activos, se produjo una larga batalla entre guerrilleros y miembros de las fuerzas de seguridad iraquíes. Al menos un policía murió mientras que 16 personas resultaron heridas durante el enfrentamiento.
En Kirkuk, una rica ciudad petrolera situada al norte de Irak con una población étnicamente mixta, los insurgentes hicieron estallar una bomba cerca de una academia de policía en un intento de atentar contra un convoy de soldados estadounidenses que circulaba en ese momento por la zona, informó un portavoz de las fuerzas de seguridad iraquíes.
En Kerbala, una ciudad santa chií situada al sureste de Bagdad, la explosión de un coche bomba provocó heridas al menos a tres personas, según informó la agencia Reuters. Otras fuentes indicaron que un segundo coche bomba fue localizado antes de que explotase.
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